Trump y Harris están codo con codo, pero si las elecciones se deciden de forma aplastante por Trump, los republicanos aceptarían el resultado
A dos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los partidarios del republicano Donald Trump están dispuestos a rechazar los resultados, a menos que gane su candidato, informaron medios de prensa internacional.
El aspirante republicano ha dedicado su campaña del 2024 a sembrar dudas anticipadas sobre la validez de los comicios del martes, retomando la retórica que rodeó su fallida campaña a la reelección del 2020, que culminó con sus partidarios asaltando el Capitolio del país el 6 de enero del 2021 para supuestamente “detener el robo”.
Después de tres carreras presidenciales y casi una década de Trump en la escena política de Estados Unidos, su marca característica de escepticismo o negación se ha enconado entre sectores de votantes conservadores, de todas las edades, orígenes y ocupaciones.
Mientras Trump se ha apresurado a avivar los temores de fraude durante la campaña, el Comité Nacional Republicano y grupos aliados también han insistido en este tipo de reclamaciones ante los tribunales.
Han presentado demandas contra los procedimientos de recuento de votos, las máquinas de votación, el registro de votantes, los votos en ausencia, la certificación de los resultados y otras cuestiones electorales.
Aunque muchas de las acciones han sido desestimadas, a expertos les preocupa que puedan enturbiar aún más las aguas en torno a lo que la gente cree sobre los comicios, especialmente con Trump repitiendo con insistencia su falsa afirmación de que las votaciones del 2020 le fueron robadas.
La decisión de Trump de celebrar un mitin en Virginia también podría encajar en su narrativa de fraude.
Las encuestas muestran que ese estado va a favor de Harris. Sin embargo, en este último fin de semana antes de las elecciones del 5 de noviembre, Trump se dirigió a Salem en lugar de hacer otra parada en un estado decisivo, como Pensilvania o Míchigan.
El mes pasado, mientras el magnate hacía campaña en los bastiones demócratas de Colorado, Illinois, California y Nueva York, Adrienne Uthe, fundadora de la empresa de relaciones públicas Kronus Communications, con sede en Utah, dijo que celebrar mítines en esos estados podría ayudar a construir su “narrativa de un movimiento nacional”.
Antes de su mitin en Salem, Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, explicó que “Virginia no está en juego”. “Es un intento de la campaña de Trump de hacer creer a sus bases que Virginia está en juego”, completó.
Los sondeos nacionales sitúan a Trump y Harris codo con codo, pero si las elecciones se deciden de forma aplastante por Trump, los votantes republicanos dijeron que estarían dispuestos a dejar de lado sus dudas.