Junto con Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, es el jefe de Estado en funciones más longevo de América Latina
El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, cumplió el 11 de noviembre 79 años de edad, 29 de los cuales los ha celebrado en el poder, 17 “gobernando desde abajo”, siete como prisionero en sus años de revolucionario, y cuatro entre la clandestinidad y el exilio como guerrillero, informó la agencia EFE.
Ortega, uno de los líderes de la insurrección armada que derrocó a la dictadura de la familia Somoza, en 1979, llega a sus 79 años como el único sobreviviente de sus hermanos luego de la muerte, el 30 de septiembre pasado, del general retirado Humberto Ortega, exjefe del Ejército Popular Sandinista, quien falleció a los 77 “bajo la custodia de la dictadura”, según los opositores, y como un “traidor a la patria” para el régimen.
El otrora guerrillero y revolucionario celebra además su onomástico convertido, desde el control del régimen iniciado en el 2007, en el dictador con más tiempo en el poder en Nicaragua.
Nacido el 11 de noviembre de 1945 en el municipio de La Libertad, departamento de Chontales, el antiguo guerrillero marxista, nostálgico confeso de la Guerra Fría, superó a Anastasio Somoza García, el padre de esa dinastía familiar contra la que el dirigente sandinista luchó hasta derrocarla, como el gobernante con más tiempo en el poder en Nicaragua.
Somoza García fue presidente desde 1937 hasta 1947 y de 1950 a 1956, mientras que Ortega acumula hasta ahora 28 años y siete meses: seis años que coordinó una Junta de Gobierno 1979-1985, cinco años -1985-1990- en los que presidió por primera vez Nicaragua y 17 en el poder tras ser electo en las urnas desde 2006.
Ortega es, junto con Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, el jefe de Estado en funciones más longevo de América Latina.
También es el presidente latinoamericano con más años consecutivos en el poder.
Inspirado en la revolución cubana que lideró Fidel Castro y Ernesto ‘Che’ Guevara, comenzó su actividad política en 1960 como miembro de la extinta Juventud Patriótica Nicaragüense, y tres años después ingresó a las filas del naciente grupo guerrillero FSLN.
Encarcelado por más de siete años por asaltar un banco durante el régimen somocista, al que combatió con las armas, fue nombrado, tras su liberación, uno de los nueve miembros de la Dirección Nacional del FSLN.
En su segunda etapa de gobernante, sus detractores lo acusan de querer instaurar no solo un régimen de partido único en el país centroamericano, sino una nueva dinastía, después de que se derrocara otra, la de la familia Somoza.