Significa un nuevo revés para una entidad ficticia que en nada beneficia el interés nacional
El gobierno panameño anunció este jueves la suspensión de relaciones con una entidad denominada “república árabe saharaui democrática”, según comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. La decisión fue adoptada exactamente 11 años después de que Panamá suspendiera por primera vez las relaciones con esa entidad.
La decisión fue tomada “en el marco de las normas aplicadas del derecho internacional”, señala el comunicado, lo que significa un nuevo revés para una entidad ficticia reconocida por una veintena de países, la mayoría africanos y que en nada beneficia el interés nacional.
De acuerdo a analistas, la decisión de suspender relaciones con el Polisario adoptada por el gobierno del presidente José Raúl Mulino, abre la puerta a un nuevo día con el Reino de Marruecos, que beneficiará al interés nacional de los panameños.
La “rasd”, como se conoce a esa seudo república, es una ficción creada en 1976 por el separatista Frente Polisario, títere de Argelia, en su pugna por lograr hegemonía en África del Norte. Desde entonces, Argelia, al armar, entrenar y financiar al Polisario, ha hecho del conflicto por el Sahara su principal ariete en contra del Reino de Marruecos, quien por legitimidad y legalidad histórica ha ejercido soberanía sobre sus provincias del Sahara.
Panamá “reafirma su convicción con los propósitos y valores que orientan el multilateralismo y reitera su voluntad de continuar apoyando los esfuerzos promovidos por el Secretario General y la comunidad internacional, en el marco de las Naciones Unidas, con miras a lograr una solución pacífica, justa, duradera y aceptable con todas las partes involucradas en la cuestión del Sahara, incluida la libre determinación de su pueblo”, dice el comunicado oficial.
Panamá estableció vínculos con el Polisario en 1978, pero la administración del presidente Ricardo Martinelli suspendió esas relaciones el 20 de noviembre del 2013 bajo el principio de que, en casi cuatro décadas de fundación, esa seudo república no cumple con las normas del derecho internacional.
“Para que una colectividad humana pueda aspirar a constituir un Estado soberano, que sea reconocido por la comunidad internacional, es necesario que reúna elementos fundamentales para su existencia como son el territorio, población, gobierno e independencia. El gobierno de Panamá considera que estos elementos no se han consolidado en la creación” de esa seudo república, señaló un comunicado oficial.
El gobierno panameño ya había reconoció seis meses antes “que la solución al diferendo del Sahara Occidental es una demanda urgente de la comunidad internacional porque la situación de inestabilidad en la regiòn del Sahel representa una amenaza para los países vecinos y compromete el bienestar futuro de sus habitantes”.
“El gobierno panameño considera que la propuesta de un Estatuto de Autonomía para el Sahara, presentada por el Reino de Marruecos al Consejo de Seguridad de la ONU, merece ser abordada con apertura, pragmatismo y realismo en la mesa de negociación, para sacar ese diferendo de su estatus actual”, dijo en mayo del 2013 un comunicado de la Cancillería.
Posteriormente, en enero del 2015, el gobierno de Juan Carlos Varela restableció las relaciones con el Polisario, por intereses políticos de figuras del partido Panameñista y su alianza con el sector más radical del PRD, influidos por Argelia.