Este miércoles se deportaron a 26 colombianos en medio de la operación conjunta entre Panamá y EE.UU
La llegada de migrantes irregulares a Panamá a través de la selva del Darién, bajó un 40% en lo que va del año en relación al mismo lapso del 2023, al sumar 296,411 personas, informó este miércoles el Servicio Nacional de Migración (SNM).
“De acuerdo con datos estadísticos del SNM, al momento de redactar esta nota, un total de 296 mil 411 personas, han entrado de manera irregular a Panamá, a través de la peligrosa selva del Darién, mostrándose una diferencia de menos 194 mil 439 personas en este momento vs el año 2023, lo que refleja una disminución del -40%, respecto del año anterior”, señala un comunicado de la institución.
Las autoridades atribuyen la baja en el flujo migratorio a medidas como el cierre de trochas en la selva, al programa de repatriación en marcha con la cooperación de EE.UU., y también a la época lluviosa, que dificulta enormemente el paso por la jungla, con ríos desbordados y caminos empantanados, indica la agencia EFE.
La mayoría de los que cruzan el Darién con destino al norte del continente son venezolanos. Hasta el 31 de octubre pasado eran más de 196,000, según los datos oficiales citados por el presidente José Raúl Mulino, mientras que el resto son ciudadanos de países latinoamericanos y caribeños, como Colombia, Ecuador, Haití, además de africanos y asiáticos.
Migración también indicó que este miércoles, en medio de la operación conjunta entre Panamá y Estados Unidos, retornaron a su país de origen a 26 colombianos con destino al municipio de Rionegro, en Medellín.
Con este suman un total de 24 vuelos chárter y 858 colombianos, que al día de hoy, han sido deportados o expulsados.
De este grupo, 21 son deportados por ingresar al país de manera irregular y cinco son expulsados, cumpliendo así con el memorándum de entendimiento entre ambos países.
En el caso de los ciudadanos expulsados, se les comprobó a través del sistema biométrico y de acuerdo a las leyes migratorias, que los mismos mantienen delitos penales pendientes tanto en Panamá, como también en su país de origen.
A los cinco se les aplicó la máxima medida administrativa migratoria, por ser considerados una amenaza para la seguridad colectiva.