El objetivo era alcanzar una reunión de grupos proiraníes, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos
El balance de los bombardeos israelíes contra grupos proiraníes en la ciudad de Palmira, en el centro de Siria, sube a 92 muertos, según nuevas cifras presentadas este viernes por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido, pero que dispone de una amplia red de fuentes en Siria, informó la agencia EFE.
Entre las víctimas figuran 61 combatientes sirios proiraníes, incluidos 11 que trabajaban para el movimiento libanés Hezbolá.
Además, también se han identificado a 27 extranjeros, la mayoría del grupo paramilitar chiita de origen iraquí Al Nujaba, y cuatro de Hezbolá, según ha precisado el organismo. Un anterior balance de la oenegé daba parte de 82 muertos y el Ministerio de
Defensa sirio dijo que los ataques israelíes dejaron 36 muertos.
La enviada especial adjunta de la ONU en Siria, Najat Rochdi, indicó que los bombardeos eran posiblemente “los más mortíferos” realizados por las fuerzas israelíes contra Siria.
El OSDH afirmó que el ataque alcanzó tres lugares en Palmira, incluido una reunión de mandos de grupos proiraníes con pares de los movimientos iraquí Al Nujaba y Hezbolá.
Desde el inicio de la guerra civil siria en el 2011, Israel ha llevado a cabo cientos de ataques contra el Ejército del país y grupos apoyados por Teherán. Estas acciones se intensificaron desde el 23 de septiembre, cuando Israel lanzó una campaña de bombardeos contra posiciones de Hezbolá en Líbano, pero también en Siria.
La ciudad de Palmira, inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco y que alberga templos grecorromanos milenarios, había estado bajo control de los yihadistas del grupo Estado Islámico en el apogeo del conflicto civil sirio, quienes la saquearon, en una de las mayores catástrofes infligidas al patrimonio sirio.