Los pronósticos más recientes cifran en un 55% la probabilidad de que las actuales condiciones neutras evolucionen hasta dar lugar a un episodio de La Niña
En los próximos tres meses pueden darse las condiciones para un episodio climático de La Niña, aunque todo apunta a que sería relativamente débil y de corta duración, informó la agencia Europa Press.
Los pronósticos más recientes de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) cifran en un 55% la probabilidad de que, durante los meses de diciembre del 2024 a febrero de 2025, las actuales condiciones neutras (en las que no se está produciendo un episodio de El Niño ni de La Niña) evolucionen hasta dar lugar a un episodio de La Niña, según el último boletín de actualización para restos eventos de la OMM.
Posteriormente, el escenario más probable para los meses de febrero a abril de 2025 es la reaparición de las condiciones neutras en cuanto al ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), puesto que esa eventualidad presenta una probabilidad cercana al 55%.
La Niña es un fenómeno que produce un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales de las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios en la circulación atmosférica tropical, por ejemplo, en los vientos, la presión y las precipitaciones.
Por lo general, La Niña genera en el clima efectos a gran escala opuestos a los de El Niño, en especial en las regiones tropicales.
Sin embargo, los fenómenos climáticos de origen natural, como La Niña y El Niño, ahora tienen lugar en el contexto más amplio del cambio climático de origen humano, que provoca un aumento de las temperaturas mundiales, exacerba los eventos meteorológicos y climáticos extremos y altera la configuración de las temperaturas y las precipitaciones estacionales.