El órgano de Fukuoka es el tercero en Japón en realizar esta declaración, y desestima la demanda de daños y perjuicios de los demandantes
Un tribunal nipón dictaminó este viernes que la postura del Gobierno japonés de no reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo es inconstitucional, mientras que el Ejecutivo sigue sin dar pasos para modificar la normativa y reconocer estas uniones, informó la agencia EFE.
El Tribunal Superior de Fukuoka se convirtió en el tercer tribunal superior que dictamina que la prohibición es inconstitucional, aunque confirmó el fallo de un tribunal menor y desestimó la demanda de daños y perjuicios de los demandantes.
Dicho tribunal inferior había señalado el año pasado que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo se encuentra en un “estado de inconstitucionalidad”, un término visto como un llamamiento a la Dieta (Parlamento) para que aborde la inconsistencia de la ley con la Constitución.
El fallo de hoy se produce tras la demanda interpuesta por tres parejas del mismo sexo que viven en las prefecturas de Fukuoka y Kumamoto, que alegaban que la negación del matrimonio del mismo sexo viola la Constitución.
El pasado octubre, otro tribunal superior japonés dictaminó también que la falta de reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en el país es inconstitucional.
La batalla judicial en torno al matrimonio homosexual se está llevando a cabo con base en dos artículos de la Carta Magna de Japón. Los demandantes basan sus denuncias en el artículo 14, que estipula la igualdad ante la ley y la no discriminación en las relaciones políticas, económicas o sociales por razones de raza, credo, sexo, condición social u origen.
El Gobierno sostiene que la Constitución no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo y por ello su postura se mantiene en la constitucionalidad, pues su artículo 24 define el matrimonio “basado únicamente en el consentimiento mutuo de ambos sexos”, entendiendo que solo puede ser entre un varón y una mujer.
Japón sigue siendo el único país del Grupo de los Siete que no ha legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo ni las uniones civiles.