Seis menores están heridos de gravedad tras la avalancha, ocurrida en una escuela de la ciudad de Ibadan
La policía de Nigeria cifró este viernes en 35 el número de niños que murieron el miércoles en una estampida ocurrida en una feria en una escuela de la ciudad de Ibadan, capital del estado de Oyo, en el suroeste del país, después de que un líder comunitario cifrara en 34 la cantidad de fallecidos, informó la agencia EFE.
“Hasta ahora, se ha documentado la muerte de 35 menores, mientras que otros seis están gravemente heridos y recibiendo atención médica”, afirmó en un comunicado el portavoz de la Policía de Oyo, Adewale Osifeso.
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, ordenó a las autoridades iniciar una investigación sobre las causas de la estampida, según informó la Presidencia.
Por su parte, Osifeso dijo que otras siete personas, incluida Naomi Sikeoluwa, exesposa de un rey tradicional del vecino estado de Osun, fueron arrestadas por el incidente.
El comunicado se emitió después de que un líder comunitario confirmara a EFE la muerte de 34 niños.
El líder culpó de las muertes a un control deficiente de la multitud por parte de los organizadores de la feria, Mujeres en Necesidad de Orientación y Apoyo, una organización no gubernamental que, al parecer, pertenece una exesposa de un rey tradicional del estado de Osun.
Animot Akindele, una testigo ocular de la tragedia y residente de Bashorun, dijo a EFE que el incidente ocurrió debido a la impaciencia de la multitud.
“De repente, hubo una avalancha y la gente, principalmente niños, fueron empujados al suelo y pisoteados. Rápidamente cargué a mi hijo sobre mi espalda y me abrí paso con dificultad para salir del lugar”, relató Akindele.
El gobernador de Oyo, Seyi Makinde, informó este miércoles de la estampida, que provocó “múltiples víctimas mortales y heridos”, si bien no precisó entonces el número de muertos y heridos.
“Mientras se llevan a cabo las investigaciones, los principales organizadores del evento que provocó esta estampida han sido detenidos”, subrayó el gobernador, al incidir en que “cualquier persona que haya estado involucrada directa o remotamente en este desastre será responsable”.
Tras el suceso, el evento se suspendió de inmediato y se tomaron las medidas necesarias para reducir el número de víctimas, según Makinde.