Se trata de una activista indígena condenada en 2019 a 13 años de cárcel en Argentina y Jorge Glas, exvicepresidente ecuatoriano condenado por corrupción
El régimen de Venezuela busca canjear a los seis opositores refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas por dos personas que lo único que tienen que ver con el país vecino es que son de izquierda y son figuras vinculadas al chavismo, informó el diario colombiano El Tiempo.
Ambos, además, están procesados por las respectivas justicias de sus países de origen.
Esto se supo luego de que el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reveló que Caracas solicitó salvoconducto para el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, quien permanece detenido en Guayaquil, y para “una persona muy cercana al gobierno de Venezuela” presa en Argentina.
Fuentes extraoficiales revelaron a El Tiempo que esa persona sería la dirigente indígena de Argentina Milagro Sala, condenada en el 2019 a 13 años de cárcel por la causa Pibes Villeros, en la que se le acusa de asociación ilícita, extorsión y defraudación al Estado.
“Es una de las personas vinculadas al chavismo”, dijo una fuente a ese diario.
Los colaboradores de Sala han testificado y confirmado el fraude al Estado argentino, además de detallar cómo utilizaba recursos públicos que sacaban de ese país en todos los viajes que hacía la dirigente con su comitiva.
Mirta Guerrero, exdirigente del movimiento Túpac Amaru y excompañera de Sala, ha relatado a medios argentinos cómo Sala se quedaba con dinero destinado a obras sociales.
Guerrero, apodada la “Shakira”, también confirmó años atrás que al menos en dos oportunidades viajaron a Venezuela, una de ellas para el funeral del expresidente Hugo Chávez en el 2013.
Pese a las denuncias de corrupción que pesan sobre Sala, el chavismo lleva años defendiéndola y pidiendo su liberación.
En marzo del 2017, el dictador Nicolás Maduro otorgó la Orden Libertadores y Libertadoras en su segunda clase a Sala.
El reconocimiento fue recibido en Caracas por María Carolina Arribi, militante de Tupac Amaru.
En enero del 2021, el entonces canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, pidió la liberación de la dirigente indígena.
El vínculo de Sala con el chavismo, además de sus visitas a Venezuela, quedó plasmado en una carta que envió en el 2017 “al pueblo venezolano” para pedir “mantener a Maduro en el poder”.
Luego de las declaraciones de Murillo, Caracas no ha emitido comentarios y se mantiene la vigilancia sobre los seis opositores venezolanos refugiados en la sede diplomática. Se trata de Magalli Meda, Claudia Macero, Pedro Urruchurtu, Omar González, Humberto Villalobos y Fernando Martínez, colaboradores de María Corina Machado.
Según los datos revelados por Murillo, el salvoconducto para esas personas dependería entonces de las libertades de Glas y Sala.