Si el actual jefe de Estado o el candidato del partido conservador no logran la mayoría absoluta, habrá segunda vuelta el 12 de enero
Croacia celebra este domingo la primera vuelta de unas elecciones presidenciales en las que el actual jefe del Estado, el populista Zoran Milanovic, acude como favorito bajo el aura de actuar como contrapeso al partido conservador HDZ, que domina la política en el país desde hace 30 años, informó la agencia EFE.
Los analistas no esperan que estos comicios traigan sorpresas ni cambios importantes a este país de cuatro millones de habitantes que desde el 2009 es miembro de la OTAN y desde el 2013 también de la Unión Europea (UE).
Los últimos años han estado marcados tanto por el giro de Milanovic hacia posturas cada vez más nacionalistas, euroescépticas y, según sus críticos, prorrusas, como por sus continuos choques con el Ejecutivo del primer ministro, Andrej Plenkovic.
Milanovic, un jurista y diplomático de 58 años que entre el 2011 y el 2015 fue primer ministro, es el candidato conjunto del opositor Partido Socialdemócrata (SDP) y de nueve pequeños partidos de centro-izquierda.
Cuando estuvo al frente del Gobierno amplió los derechos de los homosexuales, impulsó medidas para aliviar a los endeudados en francos suizos e intentó ampliar los derechos de la minoría serbia.
Según una reciente encuesta, el actual jefe del Estado ganará en la primera vuelta con el 39% de los voto frente al 23% del candidato de la HDZ (Unión Democrática Croata) de Plenkovic, el médico e investigador genetista Dragan Primorac.
Si ninguno logra la mayoría absoluta en la primera vuelta de este domingo, los dos candidatos más votados irán a una segunda y definitiva votación dos semanas después.
La principal ventaja de Milanovic es que muchos ciudadanos quieren un contrapeso a la HDZ, que ha gobernado durante 25 de los 33 años de la Croacia independiente, explicó a EFE el analista Goranko Fizulic.
Pese a que Croacia ha conseguido bajo Plenkovic varios logros económicos, como entrar en la eurozona y un crecimiento del 3,6 % en el 2024, el país figura entre los cinco más pobres de la UE. Además, su gestión ha quedado empañada por escándalos de corrupción.