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Trump busca sacarse el clavo de Varela con Panamá

Trump busca sacarse el clavo de Varela con Panamá
Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos. Foto: EFE, EPA, JIM LO SCALZO.

El presidente electo y su equipo respetan a quienes se mantienen firmes, expresan su opinión respaldada en evidencias y defienden el interés nacional de sus países

Fueron dos los momentos críticos de la relación de Donald Trump con Panamá, durante su primer mandato. La crisis por el compromiso del expresidente Juan Carlos Varela de cederle un terreno al régimen comunista de China para construir su embajada a la entrada del Canal y el rompimiento del contrato de seguridad suscrito con la empresa estadunidense General Dynamics Corporation, para otorgarlo a la tecnológica china Huawei.

En este segundo gobierno se conoce bastante bien a Trump, para saber cómo coreografía sus actuaciones. Sin duda ha modificado su performance, pero es predecible su retórica confrontativa para lanzar planteamientos polémicos y evaluar su viabilidad a través de las reacciones que genera. Son, al mismo tiempo, un mecanismo mediático para movilizar y mantener activo al núcleo duro de su base política.

En las últimas semanas mandó el mensaje de que pensaba convertir Canadá en un estado más de Estados Unidos. Canadá reaccionó amenazando con cortar el suministro de energía a los estados fronterizos.

 

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum. EFE.

 

Trump también aseguró que, al llegar a la Casa Blanca, designará “inmediatamente” a los carteles del narcotráfico mexicano como organizaciones terroristas. Eso permitiría intervenir militarmente en México para desarticular las redes del tráfico de drogas que golpea a Estados Unidos.

La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, advirtió de inmediato que “no acepta injerencias” y que “nunca se subordinará” a Washington.

El presidente electo retomó, además, la idea de que “la propiedad y el control” de Groenlandia es “una necesidad absoluta” para la seguridad nacional estadunidense. Dinamarca, que comparte la soberanía de Groenlandia, rechazó la propuesta y anunció un enorme aumento en el gasto de defensa para la isla.

Trump también sacudió la mesa de Panamá, al denunciar que el Canal aplica peajes “ridícula e injustamente altos” a los navíos estadunidenses y aseguró que pedirá recuperar el control de la vía interoceánica para evitar que “caiga en las manos equivocadas”, en referencia a China.

 

José Raúl Mulino, presidente de la República.

 

La reacción del presidente, José Raúl Mulino, fue contundente. “Cada metro cuadrado del Canal y su zona adyacente seguirá siendo de Panamá. La soberanía y la independencia, no son negociables”, subrayó.

Trump anunció en el intermedio, la designación de Kevin Cabrera como nuevo embajador de Estados Unidos en Panamá. Se desconoce su visión sobre la gestión del Canal. Su principal credencial es su fidelidad al proyecto trumpista de hacer más grande a Estados Unidos.

Relaciones diplomáticas con China

Por la información de que se dispone, el establecimiento de relaciones diplomáticas de Panamá con China –pese a la forma engañosa y traicionera como lo manejó Varela desde un inicio- no generó mayores contratiempos con la primera administración de Trump.

Varela fue recibido en la Casa Blanca a las 11:25 de la mañana del 19 de junio del 2017, solo seis días después del establecimiento de las relaciones con Pekín.

 

John Feeley, exembajador de Estados Unidos en Panamá. Foto Cortesía.

 

Sin embargo, las cosas cambiaron un año después. En la tarde del martes 8 de agosto del 2018, John Feeley, entonces embajador de Estados Unidos, le escribió a Varela expresando su malestar, porque China estaba involucrándose en temas de seguridad en Panamá.

Ese día le habían preguntado desde Washington: “¿Qué es esa mierda, John?”, luego de enterarse de que el expresidente “había incumplido el compromiso de no involucrar a los chinos en materia de seguridad”, según registros de los Varelaleaks.

Estaba pendiente de ejecución un contrato por $23 millones con la empresa General Dynamics para la creación de un centro de vigilancia en Colón, denominado C5, y Feeley tenía información de que Varela quería dárselo a la empresa Huawei Technologies Co., Ltd.

El Centro de Operaciones de Seguridad y Emergencias fue inaugurado por Huawei en Colón, el 11 de noviembre del 2018, como un resultado visible de los compromisos en asuntos de seguridad entre China y Panamá. Se trató de un proyecto de cooperación de $9.3 millones no reembolsable.

Feeley advirtió que esa decisión complicaría “mucho, mucho, las relaciones con General Dynamics. El Comando Sur y otros lo van a ver como el zorro en el gallinero”.

 

Guerra no declarada con China

Mientras tantos, seguía latente el asunto de la embajada de China en Amador. Según los Varelaleaks, en septiembre del 2018, Juan Cruz, entonces responsable para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, le dijo a Varela que “éste fastidio de la embajada china tiene muy descontento a Trump y Estados Unidos”. Comparó el escenario como “un campo de minas” al tratarse de “un tema súper delicado”.

 

El expresidente, Juan Carlos Varela. Foto EFE, Leonardo Muñoz.

 

“Los gringos, temo, puedan reaccionar muy, muy negativo”, le aseguró Cruz. “Yo no les pedí un dólar a los chinos”, argumentó Varela. Cruz le dijo que ese era “un mal enfoque”.

“Por favor intenta revisar la opción de Amador. Nosotros estamos en guerra no-declarada con los chinos. Panamá no quiere recibir una bala perdida”, le advirtió.

Cruz le explicó al expresidente que Washington consideraba que los chinos “representan un peligro porque están tomándose el Canal. Invasión by chinese. Todo ese drama. Temas ocultos”. “Eso es ridículo”, reaccionó Varela.

-Juan Cruz: Esta administración es extremista y piensa en cañonazos antes de nada. No es saludable.
-Jj: Bueno me tocará pagar el precio.
-Juan Cruz: Favor piensa a ver si hay salida decorosa y honrosa.
-Jj: Yo he sido amigo y aliado y lo he arriesgado todo.

Solo un mes más tarde, Varela recibió el sorpresivo anuncio de la visita del entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, a Panamá. Pompeo arribó seis días después a las 3:25 de la tarde, procedente de Arabia Saudita. Permaneció cuatro horas en el país.

Según los Varelaleaks, pocas horas antes de la visita, Varela le dijo a la exvicepresidenta y excanciller, Isabel Saint Malo, que no quería el tema de China “en la agenda de hoy” con Pompeo, “si lo trae seré, cortante”.

-Isabel Saint Malo: Esta visita va a ser importante. Hay que limar asperezas. No podemos quedar en el medio.
-Jj: Estamos jugando en otra liga.
-Isabel Saint Malo: Es un gobierno muy errático, mi miedo es Trump.

 

Exsecretario de Estado de la Casa Blanca, Mike Pompeo. Foto oficial.

 

La realidad es que las cosas no salieron bien. Pompeo reveló el contenido de su conversación privada con Varela, quien afirmaba que el asunto de China no había sido puesto sobre la mesa.

El diario The New York Times informó que Pompeo conversó con los periodistas estadunidenses en el vuelo de regreso a Washington y reprodujo las declaraciones del exsecretario de Estado:

“Le dejó claro a Varela su preocupación, porque Panamá pudiera convertirse en una base para la creciente expansión china en el hemisferio occidental. Pompeo también advirtió a Varela sobre la presencia de empresas estatales chinas en Panamá que participan en actividades económicas depredadoras, como préstamos y obras de infraestructura”.

Varela se burló del mensaje y selló, 10 meses antes de fin de su mandato, su suerte con la administración de Trump.

 

La visita a Nito Cortizo

Solo siete meses después y a 10 días de haber ganado las elecciones de mayo del 2019, el presidente electo Nito Cortizo, recibió la visita de Mauricio Claver-Carone, en ese momento director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Repitió el mensaje: “Las intenciones de China con Panamá no son meramente comerciales. Detrás hay intereses geoestratégicos que pueden causar problemas a la seguridad nacional de Estados Unidos y a los países de la región”.

 

Mauricio Claver-Carone, designado como zar para las Américas. EFE Jeffrey Arguedas.

 

Como enviado de Trump, Claver-Carone le dijo a Cortizo que los proyectos que persigue China en Panamá eran económicamente inviables, incluyendo el tren Panamá-David.

“Los chinos que llegan a Panamá no son empresarios privados que buscan dónde invertir, son funcionarios de un Estado autoritario, controlado por el Partido Comunista, que no juegan con las mismas reglas del juego que el sector privado”, afirmó.

“Por eso estamos cerca del gobierno de Panamá -recalcó-, queremos proveerles la mejor información, para que como país soberano tome las mejores decisiones para proteger su población, proteger la privacidad y no servir de base a un país que juega con diferentes reglas del juego”.

Como asesor principal de la Casa Blanca para América Latina en el primer mandato de Trump, Claver-Carone urdió una política dura de sanciones hacia Cuba y Venezuela.

“Durante los últimos cuatro años, el caos y la anarquía han envuelto nuestras fronteras. Es hora de restablecer el orden en nuestro propio hemisferio”, escribió Trump en las redes sociales cuando anunció su designación como nuevo zar para las Américas.

“Mauricio conoce la región y sabe cómo poner los intereses de Estados Unidos PRIMERO”, añadió el presidente electo.

La principal misión de Claver-Carone, será “enfriar” las relaciones de América Latina con China. También buscará el posible fin de los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Un punto controversial, es la política de Trump de impedir cualquier inversión de China en América Latina en áreas de ciberseguridad, generación de energía o infraestructura, para no colocar en riesgo la seguridad nacional del país.

 

Canal de Panamá. Foto: Archivo ACP.

 

No hay duda de que la visión de Trump hacia Panamá y sus amenazas están relacionadas con las pasadas experiencias registradas con Varela y sus tratos con China. La herencia maldita de Varela, persigue a Panamá.

A parte de su conocido talante de “matón y mercantilista”, como lo describió Peter Mendelson, el actual embajador británico en Washington, la nueva versión de Trump que arribará el 20 de enero a la Casa Blanca, también cuenta con un equipo que –además de rendir absoluta lealtad a su líder- respeta a quienes se mantienen firmes, expresan su opinión respaldada en evidencias y defienden el interés nacional de sus países.

En este nuevo escenario, Panamá debe evitar quedar arrinconado entre un Estados Unidos aislacionista y un mundo que pugna por la multilateralidad.

Eso requerirá reformular la política exterior y reforzar, con equipos experimentados en manejo de crisis, las embajadas en Washington, la OEA y en la ONU, donde tendrá un puesto en el Consejo de Seguridad por dos años a partir del primero de enero.

Nadie puede negar que el regreso de Trump a la Casa Blanca genera incertidumbre, por decir lo menos. Un país poco curtido en sus tratos con Estados Unidos, habría titubeado ante la andanada de mentiras, envueltas en amenazas, proferidas por Trump. No es el caso de Panamá.

La firme reacción de Mulino, es un claro mensaje interno y para el mundo de que Panamá abolió un tratado que le daba propiedad a perpetuidad a Estados Unidos sobre el Canal y no está dispuesto a permitir, a cambio, la injerencia de Washington a perpetuidad en los asuntos internos del país y menos en la vía interoceánica.

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