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Alerta de viaje: el ejército israelí teme que otros países arresten a sus soldados

Alerta de viaje: el ejército israelí teme que otros países arresten a sus soldados
Soldados durante las últimas operaciones militares dentro de la Franja de Gaza. Foto: EFE, Ejército Israelí.

Israel ha pedido a los combatientes en Gaza evitar viajar al extranjero debido a acusaciones de crímenes de guerra presentadas por grupos activistas

Recientemente, a decenas de soldados israelíes que participaron en los combates en Gaza se les ha pedido evitar viajar al extranjero debido a acusaciones de crímenes de guerra presentadas por grupos defensores de los derechos humanos, informó el diario español El Confidencial.

Los miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que han participado en las matanzas en Gaza deben informar al ejército si planean salir del país, con el propósito de evaluar los riesgos vinculados al lugar de destino.

Por su parte, a los reservistas se les recomienda consultar con el Ministerio de Relaciones Exteriores para valorar el nivel de amenaza que podría implicar el viaje.

Esos grupos de activistas identifican a los soldados a través de las imágenes y publicaciones que compartieron en sus redes sociales sobre sus acciones durante el servicio, a pesar de la prohibición explícita del ejército de hacerlo.

Una restricción que buscaba prevenir, precisamente, que dicho material sea utilizado en su contra en procesos relacionados con acusaciones de crímenes de guerra.

 

Ejercito israeli neutraliza asaltante. Foto Europa Press

Algunos de los combatientes ya estaban en otros países y se les pidió volver de inmediato, temiendo que fueran arrestados. Visitaban Chipre, Eslovenia y Holanda, que se sepa hasta la fecha.

La preocupación de las FDI es que algunas naciones tomen acciones legales por iniciativa propia, pero también que oficiales de alto rango sean arrestados para ser procesados en la Corte Penal Internacional (CPI), que ya emitió una orden de arresto por genocidio contra el jefe del régimen, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant.
Se especula con que los procesos individuales de soldados en el extranjero se podrían basar en el fallo de la CPI y en pruebas recopiladas en redes sociales y medios de comunicación.

Los grupos activistas monitorean cuidadosamente las cuentas en redes sociales de los combatientes que han compartido contenido relacionado con su servicio en Gaza, atentos a si publican imágenes de sus viajes al extranjero. En tales casos, planean presentar cargos locales en contra de los poco precavidos soldados.

Un usuario relató en X que un israelí logró escapar por los pelos de un proceso judicial durante su visita a Sri Lanka. Supuestamente, había pruebas de que se jactaba de haber matado a civiles.

Un grupo propalestino presentó una petición a los tribunales de aquel país, pero en el último momento, funcionarios del país avisaron al gobierno de Israel. Hace un mes, ocurrió un caso similar en Chipre.

La opinión de diferentes analistas es que esta tendencia va rumbo de intensificarse a medida que la opinión pública mundial se vuelve cada vez más en contra Israel.

 

El Ejército israelí Foto EFE/IDF

Quizás por ello, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha intensificado significativamente sus esfuerzos para influir en la opinión pública, destinando $150 millones -veinte veces la asignación habitual para esta partida, además de lo que recibe en condiciones normales- a la llamada diplomacia pública o hasbará, un término hebreo que significa “explicación” o “esclarecimiento”, lo que ya indica por dónde van los tiros.

El problema para el Estado es el enorme volumen de material disponible por parte de los soldados exhibicionistas y que fue expuesto recientemente por The Washington Post.

La investigación del Post mostraba videos publicados por soldados israelíes durante los primeros catorce meses de guerra que difundían acciones que podrían violar tanto las órdenes militares como el derecho internacional.

El medio dijo haber revisado y verificado 120 fotos y videos entre los miles publicados en redes sociales por soldados, “un vasto archivo que ofrece una rara y preocupante visión de cómo algunos elementos del ejército israelí se han comportado”.

Se trataba de videos y fotografías en los que demolían edificios enteros de todo tipo, también residencias y escuelas, y saqueaban e incendiaban casas. También había imágenes de soldados posando junto a cadáveres y usando palabras insultantes, burlonas y vengativas contra los palestinos.

Hay soldados que dicen que sin duda los motivaba la venganza. “No creo que haya inocentes en Gaza”, dice a El Confidencial, un combatiente de 21 años que prefiere no revelar nada más de su identidad.

Shimon Zuckerman, quien publicó videos de demoliciones de edificios, dijo que el ejército le pidió que dejara de hacerlo. Pero, según declaró al Post: “Tomé estos videos para levantar la moral del pueblo en casa y no me arrepiento en absoluto”.

Imagen facilitada por el Ejército israelí de una operación en el Líbano. Foto: EFE, Ejército de Israel.

Cuando Danny Cushmaro, el popular periodista israelí defensor de las matanzas y exterminio, hizo volar un edificio en el Líbano en uno de sus eportajes, los límites entre información y propaganda quedaron definitivamente desdibujados. Y el enaltecimiento de lo bélico, nada ajeno a la sociedad israelí, se hizo más evidente y legítimo.

Según el historiador Adam Raz, “los miles de vídeos, no cientos, sino miles de vídeos que suben los soldados con la increíble violencia que perpetran, suceden porque hay permiso para esa violencia”.

Raz extrae la misma conclusión que el ex soldado Ofer Ziv: Que esto pasa porque esos soldados no creen que, pese a sus atrocidades, algo les puede pasar.

“En el último año esas acciones se han hecho rutina. Hay un comportamiento establecido para con la población palestina, con la ayuda humanitaria, con los edificios palestinos, con el espacio palestino. Y como no se han corregido las acciones, se han vuelto rutina”, explica.

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