Se resistió a responder si reconocía el derecho de los palestinos a un Estado y si pensaba que debía terminar la ocupación de Cisjordania o Gaza
La designada por el presidente estadunidense Donald Trump como su candidata para embajadora ante la ONU, Elise Stefanik, declaró este miércoles ante un comité del Senado que los principales retos para la seguridad nacional son ahora, por este orden, China, Rusia, Corea del Norte e Irán, informó la agencia EFE.
En una primera presentación ante el comité, paso obligatorio antes de que el Senado apruebe en plenario su nombramiento, Stefanik confirmó por qué se le considera un ‘halcón’, y dejó claro en su introducción que no llega para promover el multilateralismo, sino para “representar al ‘Estados Unidos primero” del presidente Trump.
Preguntada por China, no dudo en responder que “son los mayores perpetradores del robo a la propiedad intelectual, y la mayor amenaza a la seguridad nacional. Creo que para mi generación este va a ser el mayor reto”, dijo la que en breve deberá sentarse casi a diario con los embajadores de China y Rusia en el Consejo de Seguridad.
Sobre Medio Oriente, trajo a colación en varias ocasiones lo que consideró gran éxito diplomático del pasado mandato de Trump, los Acuerdos de Abraham -el reconocimiento de Israel por parte de varios países árabes-, que según ella demostraron que Trump fue “un visionario” pero que no olvidó que también “la política energética es seguridad nacional en todo el mundo”.
Aunque se dijo partidaria del principio de “derechos humanos para todo”, se resistió a responder a algunos senadores que le preguntaron insistentemente si reconocía el derecho de los palestinos a un Estado y si pensaba que debía terminar la ocupación de Cisjordania o Gaza.
Con respecto a Irán, dijo ser partidaria de “la máxima presión” para acabar con un régimen que “recibió miles de millones de dólares durante la pasada presidencia”, dando a entender que el gobierno de Biden propició esa llegada de millones a Teherán, que sirvieron para armar al movimiento palestino Hamás y al libanés Hezbolá.
Y al referirse a Rusia y Ucrania, dejó caer que habrá una solución negociada: “El presidente Trump necesita la máxima flexibilidad para poner fin a este conflicto, una solución pacífica que acabe con las matanzas y el derramamiento de sangre”.