Afirman que el lenguaje “para idiotas” y lleno de errores tipográficos empleado en algunos de los textos es propio de la Inteligencia Artificial
El frenesí con el que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha aprobado y por tanto redactado decenas de órdenes ejecutivas en sus primeros minutos de mandato ha impresionado tanto a los analistas como a los distintos gobiernos.
Pero esta sorprendente capacidad de producción ha levantado sospechas en algunos expertos, que alertan de que detrás de algunos errores tipográficos detectados, la simpleza del lenguaje utilizado y la poca consistencia de los textos está la huella de la Inteligencia Artificial (IA), informó el diario español La Razón.
Según ha publicado el diario británico The Mirror, el abogado de apelaciones Raffi Melkonian cuestionó en un artículo publicado en la red social Bluesky que los textos sean obra del equipo de Trump, y apuntan a las enormes similitudes con los que generan programas de IA como Chat GPT u otros similares.
Entre otras, Melkonian cuestionó la orden que recoge el cambio de nombre para el Golfo de México por el de Golfo de América (“Restoring Names That Hon American Greatness”).
“Fue sin duda alguna escrita por la IA”, explicó, ya que da la sensación de que el personal de la Casa Blanca le hubiera pedido a esta tecnología que “escribiera una descripción del Golfo de México para idiotas”.
Entre otras cosas, el texto recoge que “el Golfo también alberga vibrantes pesquerías estadounidenses repletas de pargos, camarones, meros, cangrejos de piedra y otras especies, y está reconocido como una de las pesquerías más productivas del mundo, con el segundo mayor volumen de desembarques de pesca comercial por región en la nación, lo que contribuye con millones de dólares a las economías locales estadunidenses”.
“El Golfo -prosigue la orden- también es un destino favorito para el turismo estadunidense y las actividades recreativas. Además, el Golfo es una región vital para la industria marítima estadounidense multimillonaria, y ofrece algunos de los puertos más grandes e impresionantes del mundo”.
En otra publicación en Bluesky, el experto legal Mark Joseph Stern describió la redacción de las órdenes ejecutivas como “un trabajo deficiente y descuidado”, afirmando que “obviamente fue asistido por IA”.
“Los errores tipográficos y de formato se repiten en todas las órdenes ejecutivas, lo que revela un uso extensivo de copiar y pegar. La retórica suena como una imitación de ChatGPT”.