Es la más compleja crisis con Washington desde la separación de Panamá, en 1903. Trump impuso sanciones comerciales, financieras y de emisión de visados
Una monumental crisis entre Estados Unidos y Colombia, que se desató por la decisión del presidente Gustavo Petro de impedir el ingreso de dos vuelos con repatriados colombianos, se conjuró la noche de este domingo luego de que ambos países llegaron a un acuerdo de último minuto que puso freno a toda una serie de sanciones impuestas por el presidente Donald Trump, informó el diario colombiano El Tiempo.
Tras más de 12 horas de maratónica jornada, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que anunció que Washington decidió levantar una serie de sanciones luego de que Petro acordó cumplir con todas sus exigencias.
“El Gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del presidente Trump, incluida la aceptación irrestricta de todos los extranjeros ilegales de Colombia regresados de los Estados Unidos, incluso en aviones militares estadounidenses, sin limitación ni demora. Con base en este acuerdo, las sanciones y tarifas planeadas se mantienen en reserva y no se firmarán a menos que Colombia no cumpla con este acuerdo”, dice el comunicado de la secretaria de prensa.
Según el texto, las sanciones de visas emitidas por el Departamento de Estado en horas de la mañana y las inspecciones mejoradas de Aduanas y Protección Fronteriza “permanecerán vigentes hasta que el primer vuelo con deportados regrese”.
Por su parte, el gobierno colombiano también reaccionó al anuncio. El canciller Luis Gilberto Murillo dijo que el impasse había sido superado.
“El gobierno de Colombia informa que hemos superado el impasse con el gobierno de los Estados Unidos. En este contexto, el canciller Luis Gilberto Murillo y el embajador Daniel García Peña viajarán a la ciudad de Washington en los próximos días para sostener reuniones de alto nivel que den seguimiento a los acuerdos, resultados del trabajo conjunto, que llevó al intercambio de notas diplomáticas entre los dos gobiernos”, dijo el saliente jefe de la diplomacia.
“Estados Unidos no puede tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. Estados Unidos debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes de que los recibamos nosotros”, dijo el mandatario en un primer trino en horas de la madrugada de ayer que fue el punto de partida de la crisis entre ambos países.
En otro mensaje posterior, el mandatario también expresó malestar por el uso de aeronaves militares para la repatriación y hasta terminó ofreciendo el avión presidencial como vehículo para traer los connacionales.
Su decisión, como luego quedó claro, generó un profundo malestar en la nueva administración republicana. Particularmente porque uno de los aviones ya había despegado cuando se conoció la orden.
Inicialmente, altas fuentes del Departamento de Estado se comunicaron con este diario para informar que, en retaliación, Estados Unidos suspendería el procesamiento de visas en el país a partir de este lunes.
Pero esas mismas fuentes la advirtieron a EL TIEMPO que la noticia de las visas era solo la primera medida y que otras se estaban ya preparando.
La lista de cinco medidas iniciales incluía la imposición de una arancel de emergencia del 25% sobre todos las exportaciones colombianas y que se elevaría a un 50% en una semana si el impasse no se corrige antes.
Adicionalmente, una “prohibición de viaje” y la revocatoria inmediata de las visas de todos los funcionarios del gobierno colombiano, al igual que de su aliados y partidarios. La cancelación de visas se extendería a los miembros del partido de Petro, sus familiares y hasta simpatizantes del gobierno.
Así mismo, se anunció que tanto los colombianos que quieran ingresar al país como las mercancías que exporten estarán sujetos a controles adicionales y un inspección más minuciosa dado el riesgo para la seguridad nacional.
De paso, aunque sin dar mayores detalles, anticipó sanciones del Departamento del Tesoro, la banca e instituciones financieras.
Dando más claridad a la decisión, el Secretario de Estado Marco Rubio indicó que Estados Unidos, bajo el mandato Trump, no aceptará mentiras o que otros se aprovechen del país.
Es responsabilidad de cada nación aceptar a los ciudadanos que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos de manera seria y expedita. El presidente colombiano Petro había autorizado vuelos y proporcionado todas las autorizaciones necesarias y luego canceló su autorización cuando los aviones estaban en el aire. Como lo demuestran las acciones de hoy, somos inquebrantables en nuestro compromiso de poner fin a la inmigración ilegal y reforzar la seguridad fronteriza de Estados Unidos”, dijo Rubio.
La decisión del presidente Petro de suspender la llegada de los vuelos se tomó 36 horas después de que el Departamento de Estado anunció la suspensión temporal de toda la ayuda exterior de Estados Unidos -entre ella la se que entrega a Colombia- mientras realizan una evaluación para determinar si ésta se alinea con las prioridades de la administración Trump.
Aunque Petro no mencionó esto como la razón para impedir el ingreso de las aeronaves, varios analistas subrayaron un posible contra punteo con Trump para tratar de nivelar cargas.
Algo que según la internacionalista Muni Jensen se trata de un error garrafal pues hay un total desequilibrio de fuerzas entre un país como Colombia y el presidente estadunidense.
Así Colombia esté o no siendo usada como un ‘conejillo de indias’ para demostrar la determinación de Trump, lo que además deja claro es que el tema de la migración, que lo llevó el poder, es extremadamente sensible y uno por el que está dispuesto a utilizar todo el poder de su presidencia así eso conduzca al rompimiento de relaciones. Afortunadamente para el país, la crisis se conjuró.