El temor expresado por Washington era ver transformado a Panamá en una zona de colisión entre EE UU y China y el país convertido en una franquicia de China
El exembajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, reveló en una entrevista con la revista The New Yorker que desde finales del 2016 tuvo informes de que Varela estaba negociando con China para romper con Taiwán. En febrero del 2017, Feeley le preguntó directamente al expresidente Juan Carlos Varela, pero éste le mintió y negó tales tratativas.
Sin embargo, cuatro meses después, el 11 de junio, en la víspera de que Varela anunciara el establecimiento de relaciones con China y la ruptura con Taiwán, Feeley habló circunstancialmente con el gobernante y éste “dejó escapar” la realidad de la decisión diplomática.
En los registros de los Varelaleaks, hay un intercambio entre el expresidente y Feeley hay un intercambio el 11 de junio a las 12:25 de la tarde. El exembajador estadunidense estaba frustrado.
Le planteó a Varela que si la embajada de Estados Unidos en Panamá denunciaba a Martinelli, sus abogados emplearían esas palabras para reforzar el pedido de asilo político en Miami.
Si anunciaba que el Departamento de Justicia estaba por presentar la querella de extradición Martinelli podría huir o no presentarse ante el fiscal. “Relax, esperemos”, le contestó Varela, según los Varelaleaks.
Al día siguiente, 12 de junio, Feeley le escribió a las 6:14 de la tarde. “¿Puedes hablar?”, preguntó. “Te llamo en 45 minutos”, le respondió Varela.
Feeley insistió: “¿No puede más temprano?”. “Termino una grabación y te llamo. Necesito hablar contigo”, le anticipó el expresidente.
A las 6:27 de la tarde se registró una llamada perdida. En el siguiente minuto se produjo un intercambio sobre el tema de China.
-John Feeley: ¿China? Grata sorpresa. Supongo que tenemos mucho de qué hablar.
-Jj: Correcto.
-Jj: Termino de grabar y te llamo.
-John Feeley: Ok.
Un año antes, en junio del 2016, el exmandatario había recibido con honores a la entonces presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen. Después firmó un acuerdo mediante el cual Taipei garantizaba $72 millones para proyectos de cooperación durante el quinquenio varelista.
El expresidente viajaba por el mundo en un Embraer Legacy 600 donado en diciembre del 2009 por Taiwán, a un costo de $22 millones, al gobierno de Martinelli, del cual fue vicepresidente y canciller.
Las negociaciones para establecer relaciones con China habían iniciado en Pekín en enero del 2015, siguieron en París en diciembre del 2016 y continuaron en Nueva York en el 2017. El gobierno varelista había negado a diplomáticos estadunidenses, en diciembre del 2016, un cambio en las relaciones con Taiwán y China.
¿Por qué Varela se lanzó a los brazos de Pekín y repudió a Taiwán? La Cancillería dijo que Panamá rompió con Taiwán porque su presidenta Tsai Ing-wen, ignoró el llamado Consenso del 1992, alcanzado entre Pekín y Taipei, bajo el principio de una sola China.
“Mientras se respetó el statu quo, nos mantuvimos con Taiwán. Es con el cambio que se da el paso”, afirmó en febrero del 2018, el entonces vicecanciller Luis Hincapié.
Tsai asumió la presidencia de Taiwán en mayo del 2016. Un mes después fue recibida con honores por Varela durante su visita oficial a Panamá. En ese momento nada tenía que ver si ignoraba o no el principio de una sola China.
Hincapié había viajado a Pekin en enero del 2015 al frente de la delegación panameña que asistió a un foro de cooperación entre China, América Latina y el Caribe. Portaba un mensaje de Varela al gobierno chino. El contenido -según reveló la exvicepresidenta y excanciller, Isabel Saint Malo- era: “Panamá quiere establecer relaciones con China”.
Ese mismo mensaje fue reiterado en diciembre del 2015 en París a altos representantes del régimen chino en ocasión de una cumbre sobre cambio climático a la que también asistió Varela.
En la víspera de la visita de Tsai a Panamá, Pekín precipitó las negociaciones, según reveló Saint Malo, a través de un mensaje entregado a Varela por “un distinguido miembro de la comunidad china en Panamá”.
Varela le abrió a China la oportunidad de consolidar su posición en un país que, desde la construcción del Canal en 1914, ha estado bajo la órbita de Estados Unidos.
El temor expresado por Washington era ver transformado a Panamá en una zona de colisión entre Estados Unidos y China y el país convertido en una franquicia de China.