Petro aseguró que si se suspenden las conversaciones sobre la gestión de la migración a través del Darién, “las actividades ilegales aumentarán”
A menos de una semana de asumir la presidencia, Donald Trump generó su primera disputa arancelaria internacional.
Y el objetivo no fue China, México o Canadá, blancos frecuentes de su ira, sino Colombia, uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en Sudamérica, informó la cadena británica BBC News Mundo.
El delito de Colombia fue negarse a permitir el aterrizaje de dos vuelos estadounidenses que transportaban a migrantes deportados porque eran aviones militares y no civiles. Eso parece haber sido suficiente para que Trump soltara el martillo.
“No permitiremos que el gobierno colombiano viole sus obligaciones legales con respecto a la aceptación y el regreso de los criminales que forzaron a entrar en Estados Unidos”, publicó Trump en su sitio de redes sociales.
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Además de los aranceles del 25% que ofreció imponer, Trump dijo que Estados Unidos introduciría una prohibición de viajes y revocaría de forma “inmediata” las visas a los funcionarios del gobierno colombiano, así como a sus aliados y partidarios.
A últimas horas del domingo, sin embargo, el gobierno de Petro anunció que había superado el “impasse” con la Casa Blanca y declaró que aceptaría recibir a los migrantes deportados por Estados Unidos.
Durante su primera semana en el cargo, el presidente estadunidense pareció priorizar las medidas ejecutivas en materia de migración por sobre las comerciales, incluso si estas últimas fueron una promesa clave de campaña.
El candidato de Trump para subsecretario de Estado, Christopher Landau, ha sostenido durante mucho tiempo que “trabajar con otros países para detener esos flujos migratorios” debe ser un “imperativo global de la política exterior estadounidense”.
Sin embargo, la disputa del domingo podría dificultar que trabajen juntos.
Hay 15.660 estadounidenses establecidos en Colombia de manera irregular. Deben acercase a nuestro servicio migratorio para regularizar su situación.
Espero que no se congele el dialogo sobre el Darien. Si no hay regularización aumentarán las ilegalidades. Ya lo vimos cuando EEUU…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) J
Cada año, decenas de miles de migrantes de todo el mundo, desde India hasta China, se dirigen hacia Estados Unidos después de aterrizar en América del Sur y viajar a través del Darién.
Las medidas de represalia de Estados Unidos podrían hacer más difícil que el gobierno de Trump trabaje con Colombia en este tema.
Petro aludió a esto en su respuesta a las acciones de Trump, señalando que si se suspenden las conversaciones sobre la gestión de la migración a través del Darién, “las actividades ilegales aumentarán”.
Esos comentarios podrían interpretarse como una amenaza velada de que vendrán más migrantes indocumentados.
Petro se apresuró a decir que su país no rechazaría a los ciudadanos colombianos deportados de Estados Unidos, solo que deben recibir un “trato digno”. Incluso ofreció el uso de su avión presidencial como medio de transporte alternativo.
Sin embargo, el mandatario colombiano se vio obligado a aceptar los términos de las deportaciones, después de retractarse en su posición de responder a Estados Unidos con la implementación de aranceles similares a los productos estadounidenses importados a Colombia.
Aunque fue un domingo de gran dramatismo, ese repentino enfrentamiento diplomático fue resuelto.
En cualquier caso, los aranceles son una prueba de voluntad. Y Trump demostró que ese sería apenas su primer movimiento.