Un 52% de los participantes aseguran que el país sería un lugar mejor “si estuviera al mando un líder fuerte que no tuviera que molestarse con el Parlamento y las elecciones”
Más de la mitad de los jóvenes británicos de la Generación Z (de entre 13 y 27 años) se muestran a favor de implantar una dictadura en el Reino Unido. Según una encuesta encargada por el canal Channel 4, cuyos resultados se darán a conocer en su totalidad este jueves, un 52% de los participantes aseguran que “el Reino Unido sería un lugar mejor si estuviera al mando un líder fuerte que no tuviera que molestarse con el Parlamento y las elecciones”.
Uno de cada tres encuestados, además, sugiere que el país estaría mejor bajo el control del ejército, informó el diario español El Periódico.
El estudio también muestra que una parte importante de los jóvenes está en desacuerdo con las políticas de igualdad de género.
Un 45% de los participantes varones opina que “se ha ido demasiado lejos en la promoción de la igualdad de la mujer”, hasta el punto que “se está discriminando a los hombres”.
Una proporción similar considera que se ha ido “lo suficientemente lejos” en esta materia. Uno de los encuestados, de 25 años, asegura haberse sentido señalado por ser un hombre blanco, heterosexual y normativo: “Se está volviendo en sentido contrario, hasta el punto de que corremos el riesgo potencial de que nos discriminen a nosotros en favor de las personas de grupos minoritarios”.
La encuesta forma parte del informe ‘Gen Z: trends, truth and trust’ (Generación Z: tendencias, verdad y confianza), que tiene como objetivo analizar las opiniones de los jóvenes y las formas en las que acceden a la información.
Una de las conclusiones es que más de la mitad (un 58%) consideran que las publicaciones de amigos en las redes sociales son igual de fiables -y a veces más- que el periodismo tradicional.
Muchos de los encuestados consideran que la ideología ‘woke’ está diezmando la libertad de expresión, un discurso defendido por individuos cercanos a la extrema derecha en las redes sociales.
Los resultados de la encuesta han puesto el foco en el papel de las redes sociales en la radicalización de los jóvenes.
Personajes como el influencer británico Andrew Tate –acusado de explotación sexual de mujeres en Rumanía– se ha convertido en una referencia para muchos jóvenes, los cuales comparten su discurso misógino y aspiran a lograr un nivel de vida parecido al suyo. La cuenta de Tate fue desactivada en Twitter por la propagación de discursos de odio, pero fue restablecida tras la compra de la compañía por parte del multimillonario Elon Musk.