Un grupo de animalistas está impulsando la consideración de enfoques alternativos: La introducción de elefantes robóticos de tamaño real
Durante siglos, los elefantes han sido parte integral del paisaje cultural y religioso de la India, particularmente en los rituales y festivales de los templos. Sin embargo, la pérdida de hábitat, la fragmentación de las poblaciones y la explotación de estos animales para fines turísticos han llevado a un aumento en los conflictos entre humanos y elefantes, informó la agencia EFE.
Los datos oficiales muestran que las muertes de personas y paquidermos en estos conflictos se han duplicado en los últimos 10 años.
Ahora, un nuevo desarrollo de un grupo de animalistas está impulsando la consideración de enfoques alternativos: La introducción de elefantes robóticos de tamaño real.
La población de elefantes en cautiverio de la India, estimada en más de 2,600 ejemplares en el 2019, se enfrenta a una serie de desafíos. Si bien los circos ya no tienen permitido mantener elefantes, estos animales continúan siendo utilizados en diversas capacidades, desde paseos turísticos hasta apariciones en bodas, rituales, o eventos de campaña e incluso, ilegalmente, en operaciones madereras.
Los datos gubernamentales presentados ante el Rajya Sabha (la cámara alta del Parlamento de la India) revelan una estadística preocupante: los elefantes fueron responsables de 2,853 muertes humanas entre el 2019 y el 2023.
Si bien los datos no distinguen entre incidentes que involucran a elefantes salvajes y en cautiverio, subrayan el potencial de conflicto entre humanos y elefantes en varios contextos.
Las organizaciones de bienestar animal han documentado numerosos casos de maltrato y abuso dentro de la industria de elefantes en cautiverio.
Esa organización ha promovido la introducción de elefantes mecánicos de tamaño real, particularmente en los templos. Estas contrapartes robóticas, que miden aproximadamente tres metros de altura y pesan 800 kilogramos, están construidas con una combinación de materiales que incluyen caucho, fibra, metal y plástico.
Están diseñadas para replicar ciertas características físicas y comportamientos de los elefantes vivos, como los movimientos de la cabeza y la trompa, el movimiento de las orejas, el movimiento de la cola e incluso la capacidad de rociar agua.