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Herencia envenenada: Panamá y “la bala perdida” por entregarse a China

Herencia envenenada: Panamá y “la bala perdida” por entregarse a China
El expresidente Juan Carlos Varela.

“Esta administración es extremista y piensa en cañonazos antes de nada. No es saludable”, le comentó a Varela, Juan Cruz, del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca

En septiembre del 2018, Juan Cruz, entonces responsable para Latinoamérica del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, le dijo al expresidente Juan Carlos Varela que “éste fastidio de la embajada china tiene muy descontento a (Donald) Trump y Estados Unidos”. Comparó el escenario como “un campo de minas” al tratarse de “un tema súper delicado”.

Según los Varelaleaks, el expresidente le señaló que el problema se originó por culpa de “Feeley (el exembajador estadunidense en Panamá John Feeley) y los que estaban a cargo, objetaron todo”.

“Los gringos, temo, puedan reaccionar muy, muy negativo”, respondió Cruz. “Yo no les pedí un dólar a los chinos”, argumentó Varela.

Cruz le dijo que era “mal enfoque”. “Por favor intenta revisar la opción de Amador. Nosotros estamos en guerra no-declarada con los chinos. Panamá no quiere recibir una bala perdida”, le advirtió.

 

El exembajador estadunidense en Panamá, John Feeley.

 

Le explicó que Washington consideraba que los chinos “representan un peligro porque están tomándose el Canal. Invasión by chinese. Todo ese drama. Temas ocultos”.

“Eso es ridículo”, reaccionó Varela.

-Juan Cruz: Esta administración es extremista y piensa en cañonazos antes de nada. No es saludable.

-Jj: Bueno me tocará pagar el precio.

-Juan Cruz: Favor piensa a ver si hay salida decorosa y honrosa.

-Jj: Yo he sido amigo y aliado y lo he arriesgado todo.

De acuerdo a los Varelaleaks, el 21 de septiembre del 2018, Varela recibió “amenazas de los gringos” de cancelar el visado “a funcionarios que tienen que ver con China”. El CSN le comentó, según informes confidenciales, que la insistencia de Panamá en autorizar la embajada china en Amador podría hacer peligrar la asistencia militar de Washington.

Días antes, Popi Varela le había aconsejado a su hermano “analizar bien el tema del terreno” para la embajada china.

 

El diputado José Luis Popi Varela.

 

 

-Popi Varela: Trata de tener una conversación de tú a tú con los gringos.

-Jj: Ellos objetaron dos terrenos en Clayton.

-Jj: Fueron claros que no los querían allá.

-Jj: Ahora están diciendo que uno sí.

-Jj: Hablaré con el embajador chino primero.

-Popi Varela: Síííí.

-Jj: Donde los pongamos, van a querer enredar.

-Popi Varela: Los americanos andan con el tema que espían a los barcos.

-Jj: ¿De dónde?

-Popi Varela: Desde el causeway (la calzada de Amador).

Por esos días, Popi Varela le informó al presidente que “los gringos están pidiéndole a los políticos que protesten (por el tema de la embajada china en Amador). “Mejor no pelear a largo plazo con ellos”, le sugirió.

Uno de los esos políticos era José Muñoz, exdiputado del partido Alianza por el circuito 8-10. Popi Varela le reveló al presidente que la embajada estadunidense “estaba usando a los agregados políticos” en la campaña antichina.

El 3 de septiembre, Varela le filtró a Chelle Corró que Xi Jinping llegaría a Panamá el 2 de diciembre en visita oficial, pero no podía publicarlo.

 

El dictador chino, Xi Jinping.

 

Un diplomático tóxico

La exprocuradora general, Kenia Porcell, consideraba al exembajador Feeley como un diplomático “tóxico”. Lo culpaba de haber dañado la relación de Varela con la CIA, por la forma cómo se produjo el establecimiento de relaciones con China y el caso de los terrenos en el área del Canal para su sede diplomática.

Porcell había mostrado malestar porque Estados Unidos no reconocía el apoyo de Varela al permitirle tener acceso a transacciones de las empresas de la Zona Libre de Colón (ZLC), del Centro Bancario Internacional, del Registro Público y la intercepción de llamadas sensitivas sin autorización de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

“No sé qué más se le puede pedir a un presidente amigo y a un gobierno aliado en todo”, le escribió Varela a Feeley en diciembre del 2017.

Un tema complicado entre el gobierno de Varela y Washington fue lo referente al uso de los fondos provenientes del oro incautado en el 2000 en Estados Unidos en el caso Speed Joyeros.

 

La exprocuradora general, Kenia Porcell.

 

Con parte de ese dinero, estimado en $52 millones, Feeley se había propuesto comprar un avión para usarlo en la lucha contra el lavado de dinero.

Pero Porcell estaba renuente. “Si usted puede presionar a Kenia (Porcell) que lo acepte, yo creo que podemos lograrlo”, le escribió Feeley el 27 de septiembre del 2017. “Perfecto le hablo”, dijo Varela.

Porcell contaba con el respaldo de la vicepresidenta y canciller Saint Malo. Feeley le envió a Varela copia de una carta en la que Saint Malo le pedía a Porcell que “desista en procurar un avión con fondos de Speed Joyeros”. “Una decepción. Pero yo voy a seguir luchando. En algún momento voy a necesitar que usted ejerza su influencia con Kenia (Porcell)”, le dijo Feeley.

El interés del exembajador estadunidense era comprar un avión Beechcraft Super King Aire 350, con un costo de $8 millones.

Feeley argumentaba que “el acuerdo especifica claramente que pueden aplicar los fondos para combatir los delitos que conllevan el lavado de dinero, como el narco, que es lo que este avión va a hacer”.

“Yo he roto muchos platos en mi gobierno tratando de conseguir esta capacidad a favor de la lucha antinarco en Panamá y ahora su procuradora lo va a joder. Siento que me están jodiendo y avergonzando frente a mi gobierno, por razones que no puedo entender. Señor, presidente, por favor, ayúdeme a entender”, reaccionó Feeley molesto.

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