,

Trump inicia una guerra comercial que pocos creen que pueda ganar

Trump inicia una guerra comercial que pocos creen que pueda ganar
Fotografía de archivo de un encuentro entre los presidentes de EE.UU., Donald Trump, y de China, Xi Jinping. EFE/Roman Pilipey.

La medida obliga a cambiar cadenas de suministros fuertemente integradas en Norteamérica y afecta la competitividad de la manufactura de EE UU a nivel global

El presidente estadounidense, Donald Trump, quiere iniciar esta medianoche una guerra comercial con sus tres principales socios (México, Canadá y China) que podría tener consecuencias imprevistas al destruir una de las regiones más integradas del planeta y provocar un repunte de la inflación y el paro en Estados Unidos, informó la agencia EFE.

El diario The Wall Street Journal, ideológicamente conservador, ha criticado fuertemente la decisión de Trump de imponer un 25% de aranceles a gran parte de las importaciones desde México y Canadá y del 10% a China en lo que ha bautizado como “la guerra comercial más tonta de la historia”.

“Autarquía no es el mundo en que vivimos o uno en el que queramos vivir, como Trump probablemente aprenderá pronto”, indica el editorial del diario económico, del mismo grupo mediático que Fox News.

Trump respondió el domingo al editorial, asegurando que el WSJ “siempre se equivoca” cuando se trata de aranceles y comercio” y los sumó a un grupo de “globalistas” que quieren “desfalcar” a Estados Unidos con acuerdos comerciales desventajosos, “crimen y drogas”.

EE.UU. retrasa un mes los aranceles a Canadá y México tras obtener compromisos fronterizos. En la foto una persona trabaja en un cultivo de aguacate en el municipio de San Gabriel, Jalisco (México). EFE/ Francisco Guasco.

A su llegada a Washington, Trump, que pasó el fin de semana jugando al golf en Florida después de anunciar unos aranceles por los que Canadá y México prometieron responder con represalias, aseguró que los estadunidenses “sentirán un poco de dolor durante un corto tiempo”, pero que el resultado de su cambio radical en política comercial “valdrá el precio” que pagarán.

Según Zach Motti el presidente de Coalition for a Prosperous America (CPA), una organización de empresarios que es parte del polémico Proyecto 2025, la subida de los aranceles era algo “que hacía tiempo necesitábamos para reequilibrar el comercio”.

Motti fue especialmente duro con México “que no es diferente a China en lo que respecta a explotar los acuerdos comerciales y minar la industria estadounidense”.

El presidente estadounidense, Donald J. Trump (i), y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau (d). Imagen de archivo. EFE/ Neil Hall.

No obstante, un coro de economistas expertos han alertado que invalidar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) con esas subidas de barreras arancelarias puede tener efectos imprevistos y muy negativos para Estados Unidos al obligar a cambiar cadenas de suministros fuertemente integradas en Norteamérica y afectar a la competitividad de la manufactura estadounidense a nivel global.

Según Paul Ashworth, economista jefe para Norteamérica de Capital Economics, el anuncio de este fin de semana “es el primer ataque de lo que podría convertirse en una guerra comercial global muy destructiva”.

Trump ha tomado medidas arancelarias sin precedentes contra sus socios del zona económica del T-MEC y contra el principal origen de sus importaciones, China, lo que pone en riesgo un volumen de riqueza de unos $1.6 billones, equivalente a casi el 6% de Producto Interior Bruto de Estados Unidos.

China promete represalias contra los aranceles de Trump. EFE/EPA/WU HONG.

No obstante, algunos economistas como Jason Furman, de la Universidad de Harvard, consideran que la guerra comercial es “tan loca” que no va a durar. “El problema de usar aranceles para forzar cambios en otros asuntos es que nos pueden hacer muchísimo daño”.

Según Mary Lovely, economista sénior de Instituto Peterson, “es difícil identificar alguna ventaja que se derive de estos aranceles” y recordó que el aumento de coste de importar acabará traspasándose a los consumidores y provocará una subida de los precios.

Para Larry Summers, exsecretario del Tesoro con Bill Clinton, “este shock autoinfligido es un regalo estratégico” para el presidente chino, Xi Jinping, que podría utilizar estas decisiones para acercarse a aliados tradicionales de Washington desencantados con Trump.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *