Entre los fallecidos está el agresor, un hombre de 35 años sin antecedentes y con licencia de armas
Al menos 11 muertos, entre ellos el agresor, es el balance de la masacre registrada en un centro educativo para adultos de la ciudad de Örebro, en Suecia, a plena luz de día y del que las autoridades del país nórdico investigan aún su trasfondo, informaron medios de prensa internacional.
“Es el tiroteo más trágico de nuestra historia”, afirmó su primer ministro, Ulf Kristersson, en una comparecencia ante la prensa, mientras diversos medios del país difundían imágenes de un registro policial, supuestamente en el domicilio del atacante.
La cifra de heridos todavía no está clara, aunque seis personas permanecen ingresadas en el hospital universitario de Örebro, en situación estable, dos de ellos en la unidad de cuidados intensivos.
La matanza ocurrió sobre el mediodía, cuando un individuo de unos 35 años, según la televisión pública SVT, empezó a disparar a discreción en el interior del centro.
EFE/EPA/PONTUS LUNDAHL SUECIA FUERA
Llevaba un arma automática, de acuerdo con estas versiones. La misma que, según el canal privado TV4 fue hallada finalmente junto a su cadáver por la policía y con la aparentemente se suicidó, según esa versión.
Se parte de la base de que el atacante actuó solo, no hay indicios de una motivación terrorista ni tampoco de que formara parte de ninguno de los clanes del crimen organizado que actúan en Suecia, según el jefe de la policía de Örebro, Roberto Eid Forest. Tenía licencia de armas, asegura TV4, sin citar fuentes.
“Todos sabemos que en Suecia se han producido actos violentos recientes. Pienso en Trollhättan, en el 2015, y en Malmö, en el 2022. Pero nunca vivimos algo así”, afirmó por su parte el ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, en la conferencia de prensa junto a Kristersson y en alusión a otros tiroteos que han sacudido el país nórdico.
El ataque se produjo cuando muchos de los alumnos y sus docentes se disponían a tomar su pausa del mediodía. “Corrimos para salvar nuestras vidas”, explicó a la televisión pública SVT la rectora del centro, Ingela Bäck Gustafsson.
Hubo escenas de pánico, alumnos corriendo por el campus para ponerse a salvo, mientras otros se atrincheraban con mesas y sillas en el interior de sus aulas. Inmediatamente después de recibirse los primeros avisos, un poderoso operativo policial procedió a acordonar la zona y a pedir a los ciudadanos a través de las redes sociales que se mantuvieran alejados de la zona.
Las imágenes de la televisión pública SVT y del diario ‘Aftonbladet’ mostraban un gran despliegue policial, así como ambulancias y vehículos de emergencia.
El jefe de la policía de Örebro había explicado en una anterior comparecencia ante los medios de comunicación que el operativo estaba abierto y la situación seguía sin estar “clara”. Rechazó especular sobre los motivos del autor o si había más personas involucradas. En medios suecos circulan versiones de testigos presenciales o personas que recibieron comunicaciones de quienes estaban dentro del centro educativo en que hablaban de caos y pánico, en medio de dramáticos mensajes de despedida.