La caída del aparato de pasajeros es el tercer siniestro aéreo grave en Estados Unidos en poco más de una semana
Tercer accidente aéreo grave en poco más de unas semanas en Estados Unidos. Primero fue la colisión entre un avión comercial y un helicóptero militar en Washington, que dejó 67 muertos. Luego se estrelló al poco de despegar un avión médico privado en plena ciudad de Filadelfia, provocando otros siete muertos.
Este sábado las autoridades han confirmado la muerte de 10 personas, el piloto y nueve pasajeros, en el accidente de un pequeño avión de la compañía Bering Air en la zona occidental de Alaska, informó el diario español El País.
El avión siniestrado era un Cessna Caravan, un turbohélice monomotor que viajaba desde Unalakleet y había desaparecido sin llegar a su destino. Se trata de un avión pequeño que estaba operando a plena capacidad.
El aparato salió de Unalakleet el jueves rumbo a Nome y las autoridades perdieron contacto con él menos de una hora después, según David Olson, director de operaciones de Bering Air, recoge la agencia Associated Press.
Había nieve ligera y niebla, con una temperatura ocho grados bajo cero, según el Servicio Meteorológico Nacional. La Guardia Costera dijo que el avión desapareció a 48 kilómetros al sureste de Nome y fue encontrado cerca de esa posición. El avión estaba a 19 kilómetros de la costa.
La guardia costera de Estados Unidos ha estado rastreando la zona hasta dar con los restos del aparato. Inicialmente, han podido rescatar tres cadáveres, pero han informado de que creían que los otros siete estaban en el interior del avión, pero no podían acceder a ellos.
Bering Air, que opera desde 1979, es una compañía que presta servicios a 32 localidades de Alaska. Sus líneas de pasajeros sirven para conectar pequeños aeropuertos dispersos geográficamente.
La mayoría de las comunidades de Alaska no están conectadas con la red principal de carreteras del estado, y los aviones son a menudo la única opción para viajar a cualquier distancia en las zonas rurales, sobre todo en invierno. La región es propensa a repentinas tormentas de nieve y fuertes vientos en invierno.