Según el último parte médico publicado el martes por la noche, sigue presentando un “cuadro clínico complejo” que requiere tratamiento médico adicional
El Vaticano informó este miércoles que el papa Francisco pasó una noche tranquila y desayunó en el sexto día de hospitalización en el Gemelli de Roma, donde está recluido desde el viernes pasado por una neumonía bilateral, informó el diario El Nacional
“El papa pasó una noche tranquila, se despertó y desayunó”, anunció la Santa Sede en un comunicado publicado en su canal de Telegram.
El pontífice fue sometido el martes a un escáner torácico que mostró una neumonía bilateral. Según el último parte médico publicado el martes por la noche, sigue presentando un «cuadro clínico complejo» que requiere tratamiento médico adicional.
“La tomografía computarizada de tórax a la que se sometió el Santo Padre, prescrita por el equipo sanitario vaticano y por el equipo médico de la Fundación Policlínico A. Gemelli, demostró la aparición de neumonía bilateral que requiere terapia farmacológica adicional”, se indicó en la nota.
Señaló además que la infección polimicrobiana, que se presenta en un contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática, y que requiere el uso de terapia antibiótica con cortisona, «hace más complejo el tratamiento terapéutico».
El Vaticano destacó que «los exámenes de laboratorio, las radiografías de tórax y las condiciones clínicas continúan presentando un cuadro complejo» para Francisco, que deberá mantener el «reposo absoluto» que ya le prescribieron los médicos hace dos días.
El Vaticano anunció este martes que canceló los compromisos del Papa para este fin de semana.
“Debido al estado de salud del Santo Padre, la audiencia jubilar del sábado 22 de febrero queda cancelada” y Francisco no podrá presidir la misa del domingo, anunció la Santa Sede en un comunicado.
La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha relanzado el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al inicio del año jubilar de la Iglesia católica, lo que implica una larga lista de eventos, muchos de ellos presididos por el papa.