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El Papa sufre una nueva nueva crisis respiratoria

El Papa sufre una nueva nueva crisis respiratoria
Velas y flores a los pies de la escultura de Juan Pablo II a las puertas del Hospital Gemelli de Roma donde permanece ingresado el papa Francisco. EFE/Daniel Cáceres

El Pontífice sufre un empeoramiento repentino del cuadro respiratorio, con un “episodio de vómito con inhalación”

El tono de voz del portavoz de la Santa Sede volvía a ser negativo esta tarde. Después de cuatro días de leve mejora, el Papa ha empeorado y ha sufrido una nueva crisis respiratoria, la primera desde el sábado. En ningún momento ha perdido el conocimiento y “ha colaborado con las maniobras terapéuticas”, informó el diario español ABC.

“El Papa, en la primera tarde de este viernes, después de una mañana en la que alternó la fisioterapia respiratoria con la oración en la capilla, presentó un ataque aislado de broncoespasmo que, sin embargo, provocó un episodio de vómito con inhalación y un empeoramiento repentino del cuadro respiratorio”, recita el parte médico.

“El Papa fue sometido inmediatamente a broncoaspiración y se le inició ventilación mecánica no invasiva, con una buena respuesta en el intercambio de gases. Se mantuvo siempre alerta y orientado, colaborando en las maniobras terapéuticas”, tranquiliza.

“Por lo tanto, la prognosis sigue siendo reservada”, concluye.

Este viernes fuentes vaticanas aseguraron que el Papa estaba haciendo la fisioterapia respiratoria y que había dedicado un rato a la lectura de la prensa.

Una vista exterior del Hospital Gemelli, donde el Papa Francisco está hospitalizado en Roma, Italia. EEFE/EPA/ANSA/MASSIMO PERCOSSI

Antes de conocer el nuevo episodio de crisis respiratoria se especulaba con que si la mejora se consolidaba, el Papa podría aparecer en público para el Ángelus de este domingo, ya sea asomándose a su ventana -la opción menos probable-, o con una directa televisiva desde su capilla.

En cualquier caso, a los médicos no les entusiasma ninguna de las opciones y por ahora aconsejan mantener el “reposo absoluto”.

Después de que el fin de semana la salud del Papa entrara en situación crítica, entre el lunes y el jueves el tono de los boletines médicos ha sido progresivamente más positivo.

Este jueves aseguraban que “sigue mejorando” y que habían empezado a alternar “la oxigenoterapia de alto flujo con la mascarilla”, pues necesitaba menos oxígeno.

Con prudencia, los doctores habían solicitado “más días de estabilidad clínica para disolver el pronóstico”.

En todo caso, los médicos aún no hablan de darle de alta y el Papa Francisco ha nombrado un delegado para la misa del miércoles de ceniza la semana próxima que, naturalmente, no podrán celebrar. La presidirá el cardenal Angelo De Donatis, que tiene el cargo de Penitenciario Mayor.

En la agenda oficial del Pontífice seguía figurando esa ceremonia en la basílica de Santa Sabina, en el monte Aventino. Como es tradicional, antes de la misa los participantes se reunirán en la iglesia de San Anselmo para un breve acto penitencial y marcharán en procesión cuesta arriba hacia la basílica de Santa Sabina, para evocar el itinerario cristiano de la Cuaresma.

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