Moscú aplaza su respuesta a la tregua de 30 días hasta hablar con el enviado de Trump, Marco Rubio
El día después del anuncio por parte de Kiev de que aceptaba la tregua de 30 días propuesta por Washington en la guerra con Rusia ha sido intenso tanto en el campo de batalla como en los despachos. Estos son los cuatro movimientos más importantes y que pueden ayudar a entender el estado de la cuestión, de acuerdo con las informaciones que ha ido recopilando la agencia EFE.
Estados Unidos vuelve a encender los satélites
La empresa de tecnología aeroespacial estadounidense Maxar vuelve a dar servicio a sus clientes ucranianos, después de que bloqueara el acceso a las imágenes por satélite que ofrece por la decisión, revocada este martes, del presidente Donald Trump, de interrumpir la transferencia de datos de inteligencia a Kiev.
Así lo confirmaron varios clientes ucranianos de la propia empresa al portal de información de defensa ucraniano Militarnyi. Las fuentes explicaron que Maxar había suspendido el acceso en Ucrania a las imágenes de satélite, que provienen del programa oficial estadunidense.

La reanudación del servicio tiene lugar después de que la administración de Estados Unidos anunciara que restablecería el suministro de datos de inteligencia y de ayuda militar a Ucrania al haber aceptado Kiev la propuesta de Washington de declarar una tregua de 30 días si Rusia también acepta la idea.
Los datos de inteligencia bloqueados en su momento sirven entre otras cosas a Ucrania para planificar los ataques a objetivos estratégicos dentro de Rusia y para utilizar armas de precisión estadunidenses cerca de la línea del frente.
Ucrania pierde Kursk
No obstante, el apagón de la información puede estar detrás del revés que ha sufrido Ucrania en la estratégica región rusa de Kursk, que tomó en agosto del 2024 y de la que ahora está iniciando la retirada. El cambio de fuerzas ha obligado, además, a Kiev a relevar a sus responsables militares responsables de la operación, en un intento por no dar por perdida esta baza militar.

Vuelven las armas a Ucrania
El ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, confirmó este miércoles que, como resultado de las negociaciones de paz entre Ucrania y Estados Unidos, se ha reanudado el suministro de material bélico estadunidense desde el centro logístico polaco de Rzeszów (sur).
Sikorski se reunió este miércoles en Varsovia con su homólogo ucraniano, Andrí Sibiga, quien llegó directamente desde Yeda, para informarle de los resultados de conversaciones que tuvieronl ugar la víspera engtre Ucdankia y Estado Unidos en esa ciudad saudita.

Moscú pone pausa
El Kremlin no respondió a la propuesta de tregua de 30 días aceptada ya por Ucrania a la espera de que el secretario de Estado Marco Rubio, le informe sobre los resultados de las negociaciones con Kiev en la ciudad saudí de Yeda.
Moscú quiere controlar el tempo de las negociaciones y no precipitarse hasta conocer los detalles de mano del negociador, en este caso Estados Unidos bajo el paraguas de Arabia Saudí.
Washington y Kiev empezarán a hablar la próxima semana de los detalles del alto al fuego de 30 días que Ucrania está dispuesta a declarar si Rusia también lo acepta, según ha explicado el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak, en declaraciones que recoge el diario Kyiv Independent.
Acercamiento entre los servicios de Inteligencia
Por otra parte, y en otra muestra del acercamiento entre Moscú y Washington, el director del Servicio de Inteligencia ruso (SVR), Serguéi Narishkin, y el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), John Rattcliffe, mantuvieron una conversación telefónica en la que se comprometieron a estar en contacto regularmente para “reducir la confrontación”, informó el servicio de prensa del SVR.
“El 11 de marzo de 2025 se celebró una conversación telefónica entre el director del SVR, Narishkin, y el jefe de la CIA, Rattcliffe”, precisa el comunicado. Según el SVR, “en la conversación se debatió sobre la relación entre ambos servicios secretos según el interés mutuo y para recomponer las actuaciones ante las situaciones de crisis”.
Durante la conversación “se acordó mantener contactos regulares entre ambos altos funcionarios con el objetivo de garantizar la estabilidad y seguridad internacional, así como reducir la confrontación entre Moscú y Washington”.