Trump dio “luz verde” a esta ronda de ataques -en medio del Ramadán-, que hasta el momento se han cobrado la vida de unas 450 personas y dejado 1,000 heridos
El régimen de Irán ha acusado este martes a Estados Unidos de ser “directamente responsable” de la reanudación de los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre la Franja de Gaza, una operación que pone fin al alto el fuego y que desde Teherán han lamentado que da continuidad al “crimen de genocidio y limpieza étnica” de la población palestina.
Así lo ha manifestado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, quien ha acusado a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de dar ‘luz verde’ a esta ronda de ataques que hasta el momento se han cobrado la vida de unas 450 personas y dejado cerca de un millar de heridos. Los ataques sobre población civil en medio del Ramadán y del “continuo bloqueo de alimentos y medicinas” en el enclave.

Baqaei ha aprovechado la ocasión para instar una vez más a la comunidad internacional y a Naciones Unidas a que hagan todos los esfuerzos necesarios para detener la ofensiva israelí sobre Gaza, y ha alertado de que la inacción ante las “graves y sin precedentes violaciones” del Derecho Internacional por parte de Israel tan solo conduce al “colapso” del sistema internacional basado en la Carta de la ONU, según recoge la agencia iraní IRNA.
Finalmente, el portavoz de la diplomacia iraní ha incidido en que los países árabes e islámicos tiene la responsabilidad de impedir la campaña de ataques de Israel sobre la Franja de Gaza, y ha pedido “acciones serias” por parte de la Organización para la Cooperación Islámica, incluidos esfuerzos para investigar los crímenes cometidos por el jefe del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, y el resto de autoridades israelíes.
Hamás ha insistido en ceñirse a los términos originales del acuerdo, que debió entrar hace semanas en su segunda fase, incluida la retirada de militares israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo a cambio de la liberación del resto de rehenes que siguen con vida, si bien Israel ha dado marcha atrás y ha insistido en la necesidad de acabar con el grupo, negándose a iniciar los contactos para esa segunda etapa.