Michael Jones, de 39 años, y James Sheen, de 40, se declararon culpables este martes ante el Tribunal de la Corona de Oxford
Tres hombres fueron declarados culpables este martes del robo y venta de un inodoro de oro valorado en $6.7 millones ocurrido en el Palacio de Blenheim, al noroeste de Londres, informó la Fiscalía de Inglaterra y Gales (CPS) en un comunicado, según recoge la agencia EFE.
El retrete de 18 quilates -y totalmente funcional- era obra del artista italiano Maurizio Cattelan, y era la pieza estrella de una exposición artística en la casa de campo en la que nació Winston Churchill, donde fue sustraído durante un atraco en septiembre del 2019.
Michael Jones, de 39 años, y James Sheen, de 40, se declararon culpables este martes ante el Tribunal de la Corona de Oxford de los cargos del robo de la pieza de 98 kilos, titulada América, que se cree que fue dividida por partes y desechada.
Un tercero, Fred Doe, de 36 años, fue declarado culpable de conspiración para convertir o transferir propiedad delictiva, tras encontrar mensajes codificados con Sheen sobre la venta del oro.

De acuerdo con la CPS, Sheen -autor intelectual del robo- y sus cómplices condujeron dos vehículos robados a través de las puertas del palacio y usaron “mazos y palancas” para entrar y sacar el inodoro, antes de cargarlo en la parte de atrás de uno de los coches y marcharse en menos de cinco minutos.
Sheen ya había admitido sus delitos a principios de este año, entre los que se le imputaban un cargo por robo, otro por conspiración para transferir propiedad delictiva y uno adicional de transferencia de propiedad delictiva.
Jones, natural de Oxford, acudió al palacio en dos ocasiones antes del robo, aunque negó que se tratasen de “visitas de reconocimiento” pese a haber tomado imágenes de la ventana que posteriormente utilizarían para acceder.
“Fue un atraco audaz, que fue cuidadosamente planeado y ejecutado, pero los responsables no fueron lo suficientemente cuidadosos y dejaron un rastro de evidencias forenses, material de cámaras de seguridad y datos telefónicos”, comentó Shan Saunders, de la Fiscalía, en un comunicado.
Saunders indicó que había sido un caso “complejo”, que requirió de una pesquisa nacional con diferentes líneas de investigación para identificar a los acusados.
“Aunque nunca se recuperó el oro, que sin duda fue fragmentado, fundido o vendido poco después del robo, confiamos en que esta acción judicial ha contribuido a desarticular una red más amplia de delincuencia y blanqueo de capitales”.
Los tres hombres serán sentenciados en una fecha todavía por determinar.