Al menos 970 palestinos han sido asesinados en las últimas 48 horas, según reportes del ministerio de Salud de Gaza
En apenas cuestión de horas, Israel ha vuelto a cambiar la realidad sobre el terreno en Gaza. Primero, mientras dormían plácidamente, mató a 436 palestinos la madrugada del martes. Entre ellos, 183 niños.
A continuación, se han repetido las amenazas por todos los medios.
“A partir de ahora, las negociaciones se llevarán a cabo únicamente bajo fuego”, declaró el jefe del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, en un discurso televisado. Después, el ministro de Defensa, Israel Katz, se dirigió a los gazatíes: “si todos los rehenes no son liberados ni Hamás eliminado de Gaza, Israel operará con una fuerza que aún ustedes no conocen”. Y, finalmente, los tanques israelíes han vuelto a partir la Franja en dos tras retomar el corredor Netzarim, que abandonaron hace un mes.
Además, en Israel, ya vuelven a estar todos juntos.

Después de la reanudación de la guerra contra Gaza por parte de Israel, Netanyahu ha conseguido reconfigurar su gobierno.
Tras la muerte de 436 palestinos en la madrugada del martes y un total de 970 fallecidos en las últimas 48 horas, según reportes del ministerio de Salud de Gaza, Israel ha continuado la matanza.
Israel rompió la tregua y volvió a la guerra porque no quiere retirarse de Gaza como acordó con Hamás, en presencia de los mediadores de Catar, Egipto, Estados Unidos y Jordania.
A parte de las órdenes de evacuación compartidas por el portavoz militar en árabe, Avichay Adraee, en sus redes sociales, las fuerzas israelíes también han lanzado folletos en el norte de Gaza, pidiendo a los palestinos que evacúen.
Muchos de ellos, especialmente en el asediado norte, han decidido no abandonar las ruinas de sus casas, al considerar que no tienen nada que perder y negarse a repetir el desplazamiento hacia otro lugar inseguro del enclave, que lo son todos.

“Ciudadanos de Gaza, este es su último aviso”, ha dicho Katz en un video publicado en sus redes sociales. “Los ataques aéreos contra Hamás han sido solo el primer paso, el resto será significativamente peor y ustedes pagarán el precio”, ha añadido.
“Pronto, la evacuación de las zonas de combate se retomará”, ha anunciado, pregonando el enésimo desplazamiento forzoso de la población gazatí y haciendo referencia al consejo del presidente estadunidense Donald Trump que incluye la “relocalización a otros lugares en el mundo para aquellos que lo deseen”.
A su vez, decenas de tanques israelíes han avanzado hacia la carretera Saladino que recorre el enclave palestino de norte a sur.
El objetivo es retomar el corredor Netzarim, levantado por las tropas israelíes durante la invasión de Gaza para impedir el libre movimiento de la población palestina y abandonado el mes pasado en cumplimiento del acuerdo de tregua.
Durante la noche del martes, decenas de miles de personas se concentraron en Tel Aviv para protestar contra el retorno a la guerra por parte del régimen israelí. Además, también denunciaron los planes de Netanyahu de destituir al jefe del Shin Bet, Ronen Bar, en medio de una investigación sobre los presuntos vínculos entre asesores del primer ministro y Qatar.
Se trata de una de las manifestaciones más grandes contra el régimen en los últimos meses.

El exdirector del Mossad, Tamir Pardo, fue uno de los exaltos funcionarios de seguridad que intervinieron. “Usted, el sospechoso Benjamín Netanyahu, representa un peligro claro y presente para la seguridad nacional”, sentenció ante miles de israelíes.
Las familias de los rehenes critican que el primer ministro ponga en riesgo la vida de sus seres queridos por sus propios intereses políticos, y el retorno de Ben Gvir al régimen es una clara prueba de ello.
El colono ultraderechista ha sido una de las voces más fuertes exigiendo la salida de Bar y el retorno a la acción militar. Para expresar su oposición, varios parientes de los cautivos –menos de la mitad de los 59 que aún hay en el enclave siguen con vida– se han instalado en la valla fronteriza con Gaza.
Han querido poner el cuerpo con la intención de evitar una nueva invasión terrestre de la Franja, una opción que, según los medios israelíes, está sobre la mesa y que llevaría a una mayor escalada bélica.

Netanyahu ha desafiado a la fiscal general de Israel. Su gabinete ha aprobado por unanimidad el retorno de Ben Gvir, como ministro de Seguridad Nacional. Al votar para nombrar a Ben Gvir en su antiguo puesto de ministro a cargo de la policía, los miembros del gabinete han ignorado a la fiscal general Gali Baharav-Miara, quien había informado a Netanyahu que hacerlo no sería posible desde una perspectiva legal.
Esa decisión de desafiar a la fiscal culmina el último punto de discordia entre el régimen y su principal jurista, quien ha enfrentado críticas casi constantes y pedidos de despido, particularmente de Ben Gvir.
También crece la presión internacional contra Netanyahu por su decisión de retomar la guerra contra Gaza, y la brutalidad con la que lo ha hecho.
El jefe de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha confesado estar “indignado por los ataques aéreos israelíes en Gaza”, uniéndose a un coro de condenas internacionales. Amnistía Internacional lo ha descrito como “un día desesperadamente oscuro para la humanidad”.
“Siguiendo las tácticas que han aplicado desde octubre del 2023, las autoridades israelíes han vuelto a optar por castigar colectivamente a la población de Gaza, con la aprobación explícita de su aliado más cercano, Estados Unidos, está atacando con una intensidad no vista desde las primeras etapas de la guerra”, ha denunciado Claire Magone, directora general de Médicos Sin Fronteras.