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Arresto domiciliario del vicepresidente de Sudán del Sur anticipa guerra civil

Arresto domiciliario del vicepresidente de Sudán del Sur anticipa guerra civil
El vicepresidente y líder de la oposición de Sudán del Sur, Riek Machar, en una foto de archivo. EFE/EPA/STR

La ruptura del gobierno agrava la incertidumbre que el país vive desde febrero

El arresto domiciliario del vicepresidente de Sudán del Sur, Riek Machar, puede definitivamente romper el acuerdo de paz del 2018 que puso fin a cinco años de guerra civil, según ha avisado su partido político, el Movimiento Popular de Liberación de Sudán en la Oposición (SPLM/IO), informa el diario El Periódico.

Según ha explicado la formación, altos cargos del Ejército, acompañados por el propio ministro de Defensa, entraron en su domicilio de la capital, Yuba, el miércoles por la noche. Machar fue detenido junto a su mujer, Angelina Teny, que también es ministra del Interior del país.

El incidente puede ser determinante en el marco de las renovadas tensiones que el país vive desde febrero. La relación de Machar con el presidente, Salva Kiir, sufre un claro deterioro desde el comienzo de los choques. Reflejo de ello son las detenciones llevadas a cabo a altos cargos del gobierno afines a Machar durante las últimas semanas.

Estados Unidos ha instado a las autoridades a liberar a Machar, mientras que la ONU, la Unión Africana y los países vecinos han expresado su preocupación.

Paso fronterizo de Joda hacia Sudán del Sur. EFE/Rosa Soto

El 14 de febrero, los choques entre los soldados nacionales y la guerrilla rebelde Ejército Blanco en la región noreste del Alto del Nilo, rica en petróleo, evidenciaron la débil estabilidad de la paz establecida en 2018.

El gobierno ha acusado al vicepresidente y su entorno de tener vínculos directos con la guerrilla. Marcha, por su parte, ha desmentido dichas acusaciones. En el marco de estos sucesos, la ONU ha denunciado los bombardeos con barriles de líquido inflamable realizados por el Ejército nacional.

La situación se ha agravado con el despliegue de tropas ugandesas y sus carros de combate, a petición del presidente del país, según la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Sudán del Sur, Yasmin Sooka.

El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha declarado que sus fuerzas solo reconocen a Kiir, y que cualquier ataque contra él será entendido como un ataque contra Uganda.

La misión especial de la ONU en el país, UNMISS, advirtió de que la nación más nueva del mundo corre el riesgo de perder los “logros duramente conseguidos en los últimos siete años” si vuelve a “un estado de guerra”.

Riak Machar, izquierda, fue detenido en su casa por los hombres del presidente, Salva Kiir (derecha). Foto, EFE.

Poco después de independizarse de Sudán en el 2011, el movimiento independentista del país, liderado por el SPLM, comenzó a dividirse.

En el 2013, Sudán del Sur entró en una guerra a gran escala cuando Kiir, de etnia dinka, destituyó a Machar como vicepresidente tras una escalada de rencillas entre ambos. Machar pertenece a la etnia nuer, la segunda más numerosa de Sudán del Sur.

Entre el 2013 y el 2018 el país sufrió una guerra civil que dejó más de 400,000 muertos y un millón de desplazados.

Ya en 2018, las partes consiguieron llegar a un acuerdo de paz. Éste pretendía que las dos facciones enfrentadas unieran sus ejércitos en una sola unidad, redactaran una nueva constitución, prepararan elecciones generales, organizaran un censo y desarmaran a todos los demás grupos armados.

Ninguna de estas reformas se llevó a cabo, y la violencia de los grupos étnicos locales o armados ha continuado de forma intermitente en algunas partes del país.

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