El régimen nicaragüense aprovechó para reclamar un trato hostil por parte de Panamá y un bloqueo para ocupar el puesto que le corresponde en la Secretaría General del SICA.
La vicepresidenta del régimen sandinista, Rosario Murillo, anunció este lunes que, por el momento, Nicaragua no recibirá al expresidente Ricardo Martinelli, por temor a una “emboscada” contra el exmandatario.
A través de un comunicado, Murilllo dijo no comprender por qué las autoridades panameñas han otorgado salvoconducto y casi inmediatamente después emitieron una solicitud de alerta roja por acciones criminales a INTERPOL.
A pesar de que Panamá comunicó de manera oficial que la alerta roja la “alerta roja” no afecta “en lo absoluto” el traslado de Martinelli a Nicaragua, el comunicado del Ejecutivo nicaragüense considera que “esa conducta contradictoria pareciera una trampa legal que pretende complicidades y deslealtades ajenas al comportamiento político coherentes con las convenciones internacionales del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua”.
Murillo insiste en que Panamá debe enmendar de inmediato “las posiciones absurdas, ubicándose al lado de la corrección política y humanista”.
Además, reclamó que “el gobierno de Panamá se ha caracterizado desde que consideró el presidente José Raúl Mulino por desconocer, difamar y actuar contra el gobierno de Nicaragua en inmerecidas declaraciones ofensivas”.
También Murillo se quejó de que Panamá le bloqueó, en complicidad con otros países, en referencia a República Dominicana, el derecho que le corresponde a Nicaragua de ocupar la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), vacante hace más de un año.