La líder de Reagrupamiento Nacional ha roto su silencio en una entrevista televisada, donde ha cargado duramente contra el poder judicial de Francia
“La sentencia es una decisión política”. Con esas palabras rompía el silencio Marine Le Pen tras ser declarada este lunes culpable por malversación de fondos públicos en el caso de los falsos asistentes parlamentarios europeos, informan medios de prensa internacional.
Un veredicto que la condena a cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación inmediata, lo que por el momento le impediría presentarse a las próximas elecciones presidenciales.
La líder de Reagrupación Nacional insiste en que es inocente y ha cargado duramente contra los jueces de Francia en sus primeras declaraciones durante una entrevista televisada en TF1: “Voy a presentar una apelación porque soy inocente. Pienso que los jueces se han equivocado, y creo que hemos sido juzgados de manera parcial”, insistía.

Durante su intervención, Le Pen no dejó de cuestionar al poder judicial, pero en especial a la jueza encargada de dictar la sentencia: “Los jueces han aplicado prácticas que se creían reservadas a los regímenes autoritarios. Hoy es un día horrible para nuestra democracia y para nuestro país, donde millones de franceses serán privados, por una jueza de primera instancia, sin posibilidad de recurso alguno, del candidato que hoy se considera favorito para las elecciones presidenciales”.
La líder de Reagrupación Nacional remarcó en varias ocasiones que su condena no significa “de ninguna manera” su retirada de la vida política, y negó categóricamente la posibilidad de solicitar al presidente Emmanuel Macron, el indulto: “Confío en la capacidad de un tribunal de apelación para analizar este caso neutralmente y concluir que, en realidad, no tenemos nada que reprocharnos”.
Aun así, la mayor de los Le Pen admitió que los plazos para revertir la decisión judicial antes de las elecciones presidenciales de 2027 son muy ajustados. Sin embargo, para Marine esto no es sinónimo de claudicar, porque aún “hay millones de franceses que creen en ella”.
La sentencia la considera culpable de un delito de malversación de fondos públicos, y la apunta como responsable máxima de un sistema por el que su partido desvió de más de $5 millones del Parlamento Europeo para pagar gastos de la agrupación en Francia.