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"Caza de brujas" en Washington: La administración Trump recurre al polígrafo contra sus empleados

"Caza de brujas" en Washington: La administración Trump recurre al polígrafo contra sus empleados
En esta foto de archivo del Pentágono en Washington, DC.

El gobierno estadunidense busca frenar la filtración de información a medios de comunicación

La administración estadounidense está decidida a combatir las filtraciones internas, incluso a costa de recurrir al uso del polígrafo con su propio personal. Según ha revelado la CNN, el gobierno ha puesto en el punto de mira a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), sometiendo a pruebas de detección de mentiras a unos 50 empleados en las últimas semanas, recoge el diario La Razón.

La iniciativa parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que justifica la medida como parte de un esfuerzo más amplio para erradicar filtraciones relacionadas con información sensible o de seguridad nacional.

“Estamos comprometidos a identificar a los responsables y procesarlos con todo el peso de la ley”, señaló una portavoz del DHS.

Todo comenzó tras una reunión privada celebrada el 25 de marzo, donde se discutió el futuro de la agencia encargada de la gestión de emergencias, incluida la posibilidad de su reestructuración o incluso cierre, como revelaron en su momento E&E News y CNN.

El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump. EFE/CHRIS KLEPONIS / POOL.

Poco después, detalles confidenciales del encuentro comenzaron a circular en la prensa, lo que llevó al Departamento a iniciar una investigación interna para dar con los responsables de la filtración.

Entre los asistentes a dicha reunión se encontraba Cameron Hamilton, actual administrador interino de FEMA, quien, según CNN, fue uno de los primeros en someterse al polígrafo, prueba que finalmente superó.

Además de Hamilton, al menos una docena de empleados más habrían pasado por el mismo proceso. Fuentes citadas por CNN afirman que uno de ellos fue suspendido de sus funciones y escoltado fuera de la oficina, aunque su identidad no ha sido revelada.

Esta campaña de pruebas ha generado descontento dentro de la administración pública, donde algunos funcionarios han acusado al DHS de fomentar un ambiente de miedo y haber iniciado una “caza de brujas”, utilizando una herramienta que tradicionalmente se reservaba para situaciones excepcionales.

Aunque la administración Trump apenas lleva cuatro meses en el poder, no es la primera vez que recurre al polígrafo. Hace apenas unas semanas, el Pentágono también anunció que contemplaba su uso para investigar filtraciones relacionadas con la seguridad nacional, esta vez en el Departamento de Defensa.

Aunque las agencias federales de aplicación de la ley, como el FBI, emplean las pruebas de polígrafo con frecuencia, sus resultados por lo general no son admisibles en procedimientos judiciales.

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