La Comisión Federal de Comercio lo acusa de haber comprado ambas aplicaciones para neutralizar la competencia y consolidar su poder
Estados Unidos inicia este lunes un juicio que puede cambiar Internet tal y como lo conocemos. El gigante tecnológico Meta, anteriormente conocido como Facebook, se enfrenta desde hoy a un proceso de alto riesgo en el que las autoridades del país lo acusan de haber construido un monopolio ilegal de redes sociales al destinar miles de millones de dólares a comprar Instagram y WhatsApp y que incluso podrían obligarlo a deshacer su imperio, informó el diario El Periódico.
Mark Zuckerberg cofundó Facebook en el 2004, cuando aún era estudiante de Harvard. La plataforma creció hasta convertirse en un fenómeno mundial y su directiva aprovechó ese impulso para hacerse con el control de otros incipientes competidores.
En el 2012 adquirieron Instagram por $1,000 millones y en el 2014 WhatsApp por otros $19,000 millones. Ambas operaciones consolidaron el poder de la que ahora es la séptima empresas más valiosas del planeta.

Sin embargo, Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ve en la adquisición de ambas aplicaciones una maniobra para eliminar a la competencia, una estrategia que los reguladores llaman “comprar o enterrar”.
La agencia de protección al consumidor presentó el caso en el 2020, durante el primer mandato de Donald Trump, pero el juicio se ha hecho esperar hasta este lunes. El proceso servirá para medir la posición de la nueva administración frente a las grandes tecnológicas.
Durante las próximas semanas, ese organismo dependiente del gobierno estadunidense tratará de probar que Meta erigió un monopolio ilegal basándose en prácticas abusivas y que, por ende, la compañía debe ser obligada a deshacerse de parte de su negocio, incluidos Instagram y WhatsApp.

El juicio podría alargarse hasta julio y, en el caso de que la Comisión Federal de Comercio gane, la hipotética reestructuración de Meta debería resolverse en un segundo juicio. Esa posibilidad supone una amenaza existencial para la compañía, pues se calcula que casi la mitad de los ingresos publicitarios que obtiene en Estados Unidos provienen de Instagram.
Se espera que Zuckerberg testifique para explicar los correos electrónicos en los que pidió comprar la aplicación de fotos para neutralizarla y expresó su preocupación de que el servicio de mensajería se convirtiese en una red social enemiga.
En los últimos meses, Zuckerberg se ha acercado estratégicamente a Trump, donando un millón de dólares a su toma de posesión y eliminando las políticas de moderación de contenido de sus plataformas.
Antes, el presidente estadunidense lo había amenazado con excarcelarlo. Zuckerberg incluso visitó la Casa Blanca a principios de abril para tratar de persuadir a la administración para evitar su juicio, según señala The New York Times. A pesar de ese realineamiento, la FTC ya ha dejado claro que “no podría estar más preparada para este juicio”.
