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Xi inicia una gira por sudeste asiático, la zona más castigada por aranceles de Trump

Xi inicia una gira por sudeste asiático, la zona más castigada por aranceles de Trump
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam (der.), y el presidente de China, Xi Jinping (izq.). EFE/EPA/NHAC NGUYEN / POOL

Los gravámenes del republicano se han cebado especialmente en estos mercados para desincentivar las inversiones de Pekín

Vietnam es el primer destino de una gira por el sudeste asiático de Xi Jinping, dictador chino, atareado estos días en vender su alternativa fiable frente a las funestas extravagancias estadunidenses, informó el diario El Periódico.

En la víspera ha repetido Xi la homilía oficial de las últimas semanas. No hay ganadores en las guerras comerciales, el proteccionismo es una vía muerta y urge proteger el comercio internacional y sus cadenas de suministro.

Lo ha hecho esta vez en un artículo publicado en el diario vietnamita Nhan Dan. Sus siguientes paradas, en un viaje de cinco días, son Camboya y Malasia. No había pisado la primera en nueve años ni la segunda en 12.

Todo apunta a la excepcionalidad.

La agencia de noticias oficial Xinhua recogía el viernes un artículo para cada destino. “Tradición, té y mañana: las historias de Xi Jinping en Vietnam”; “El agua que fluye no puede ser detenida: Cómo Xi Jinping promueve la amistad entre China y Malasia”; y “Xi Jinping y sus amigos férreos de Camboya”.

Presidente de China,  Xi Jinping visita Vietnam. EFE/EPA/Athit Perawongmetha / POOL

A través de la diversificación de mercados ha minimizado China el impacto en la presente guerra comercial. Sus exportaciones a Estados Unidos han pasado del 19% del total al inicio de la primera, ocho años atrás, al 14%. El sudeste asiático es el más beneficiado. La ASEAN, la organización que agrupa a los países de la zona, superó en el 2023 a Estados Unidos y la Unión Europea como el principal destino de las exportaciones chinas, según sus aduanas.

El contexto favorece el mensaje chino: Washington es, en el peor caso, el responsable de su inquietante horizonte económico. En el mejor, por ese baile de aranceles impuestos y levantados, un tipo veleidoso y poco fiable.

Vietnam epitomiza el cuadro. Fue la campeona de la primera guerra comercial. Muchas multinacionales movieron sus fábricas a Vietnam buscando los bajos salarios que ya no ofrecía China pero sí el mismo gobierno sólido y abierto a la inversión extranjera.

Pensaron, además, que sus exportaciones quedarían a salvo si regresaban los guantazos arancelarios. Vietnam se ha erigido en la otra fábrica global de Asia, especialmente en ropa y zapatería, y con sus crecimientos económicos robustos planea su Gobierno alcanzar unas rentas altas en el 2045.

El primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh (centro-derecha), y el presidente chino, Xi Jinping (centro-izquierda), asisten a una reunión en la Oficina del Comité Central del Partido en Hanói, Vietnam. EFE/EPA/MINH HOANG / POOL

Pero su exuberancia productiva también la hizo más sensible a las exportaciones. El 90% de su PIB descansa en ellas y un tercio depende de Estados Unidos. Los aranceles del 46% que impuso Trump, incluso otros mucho más bajos, arruinan la hoja de ruta económica vietnamita.

Fue estéril el cortejo de Hanoi a Washington tan pronto Trump anunció su reparto arancelario global. La tasa recibida le generó tanto estupor como pavor.

Desde entonces ha encadenado su gobierno medidas para aplacar su ira. Impedirá que desde su país lleguen productos chinos a Estados Unidos, limitará las exportaciones sensibles a Pekín, levantará todos los aranceles a los productos estadounidenses y ampliará su lista de la compra a Washington.

También Camboya, con aranceles del 49%, y Malasia, del 24%, buscan negociar con Trump. China, mientras, les propone estos días buscar “los intereses comunes y arreglar las diferencias”.

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