Los obispos católicos consideran que Panamá necesita “manos tendidas, no puños cerrados”
“No es tiempo de imposiciones ni de indolencias. Es tiempo de diálogo con altura, de decisiones valientes, de renuncias generosas, de reformas que toquen lo estructural”, indicó la Conferencia Episcopal Panameña (CEP).
A través de un comunicado, los obispos católicos consideran que Panamá necesita coherencia, justicia y dignidad. “Necesita manos tendidas, no puños cerrados. Necesita hombres y mujeres de buena voluntad que amen a su país más que a sus propios intereses”.
La CEP hizo un llamado urgente a la cordura, la sensatez y al verdadero amor por Panamá.
Como pastores, reafirmamos que la Iglesia no es juez, sino puente; no es trinchera, sino mesa de encuentro; no es voz de poder, sino eco del Evangelio y de los más pobres”.
Finalmente, los obispos invitaron “a todos los sectores —gobierno, sociedad civil, gremios, juventudes, pueblos originarios, empresarios, comunidades de fe— a construir juntos espacios de encuentros que permitan reencontrar el rumbo de la nación”.
En el comunicado, firmado por el arzobispo José Domingo Ulloa, presidente de la CEP; el Cardenal José Luis Lacunza y los obispos de las diócesis de Penonomé, David, Santiago, Colón-Guna Yala, Darién y Bocas del Toro, también hacen un llamado a intensificar la oración por Panamá.
