Aquellos países de la UE que contribuyan a que Panamá sea removido de las listas negras de “paraísos fiscales” no tendrán impedimentos para involucrarse en el ambicioso proyecto ferroviario.
A pesar de la reciente restricción impuesta por el Gobierno Nacional sobre la Unión Europea (UE) debido a las listas discriminatorias, se ha confirmado que las empresas de la UE podrán participar en las licitaciones para la construcción del ferrocarril Panamá – David – Frontera, de acuerdo con el Panamá América.
Felipe Rodríguez, coordinador del Comité Pro-Tren, detalló que aquellos países de la UE que contribuyan a que Panamá sea removido de las listas negras de “paraísos fiscales” no tendrán impedimentos para involucrarse en el ambicioso proyecto ferroviario.
Rodríguez destacó el apoyo de España, que ha estado trabajando para que Panamá sea excluido de estas listas, y puntualizó que el país ibérico, al igual que otros de la UE, podrá participar sin restricciones.
“España está contribuyendo para que Panamá deje de ser considerado un paraíso fiscal, y por ello, no habrá impedimentos para su participación, al igual que otros países de la Unión Europea”, señaló Rodríguez en entrevista con Panamá América.
Este pronunciamiento resalta el enfoque pragmático del Gobierno de Panamá, que, aunque reconoce las diferencias con la UE sobre las listas fiscales, no descarta la participación de países y empresas que puedan contribuir al desarrollo del país.
La construcción de una línea ferroviaria que conecte las provincias de Panamá, David y Frontera ha generado un enorme interés internacional. Este proyecto, que tiene el potencial de transformar a Panamá en un hub logístico internacional, ha atraído a numerosos inversores y gobiernos de distintas partes del mundo.
Según Rodríguez, además de España, los gobiernos de Gran Bretaña y de la misma UE han manifestado su interés y apoyo para la materialización de este proyecto.
En particular, el Reino Unido ha propuesto financiar hasta el 85% de la obra, dividida en dos fases: la primera abarcaría los estudios de ingeniería y de impacto ambiental, y la segunda incluiría la construcción de la infraestructura ferroviaria.
Esta propuesta refleja el fuerte interés de los inversionistas en el proyecto, que se prevé transforme la conectividad dentro de Panamá y mejore su competitividad en el comercio internacional.
El proyecto del ferrocarril está programado para comenzar en enero de 2026, con una duración estimada de seis años, lo que significa que la inauguración de la infraestructura podría tener lugar entre 2032 y 2033.
Esta nueva línea ferroviaria promete no solo mejorar la conectividad interna de Panamá, sino también fortalecer su posición estratégica en el comercio global, especialmente como punto clave en la cadena logística internacional.