Esta situación confirma que el Estado no solo mantiene un déficit fiscal crónico sino que también carece de fondos para cubrir sus gastos operativos
Las finanzas públicas de Panamá muestran señales de deterioro alarmante tras reportarse el nivel más alto de ahorro corriente negativo del gobierno central en el primer trimestre del año, $1,339 millones una cifra de $504 millones superior al mismo período de 2024 según un informe de la Estrella de Panamá.
Esta situación confirma que el Estado no solo mantiene un déficit fiscal crónico, sino que también carece de fondos para cubrir sus gastos operativos con ingresos propios.
El concepto de ahorro corriente, como explican los economistas, no alude a una cuenta de ahorros ni al Fondo de Ahorro de Panamá (FAP), sino al resultado de los ingresos corrientes del Estado menos sus gastos corrientes.
En términos simples, si el país recauda menos de lo que gasta en funcionamiento, no solo tiene que endeudarse para invertir, sino también para operar.

El decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, Rolando Gordón, comparó la situación con la de un ciudadano que gana $750 y gasta $1,000.
“Tiene déficit, no ahorra y no puede aspirar a comprar vivienda ni carro. Así está el país, gasta más de lo que recauda y se endeuda para pagar sueldos y subsidios, no para generar crecimiento”, dijo Gordón.
El principal componente del gasto corriente son las transferencias del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a otras entidades estatales, que alcanzaron $1,091 millones.
A esto se suman los servicios personales (planilla estatal, sueldos y contribuciones al seguro social) con $1,069 millones, y los intereses de la deuda pública, que ascendieron a $954 millones y crecieron un 20,5% en comparación al año pasado.
La viceministra de Economía, Eida Sáiz, atribuyó el deterioro a la acumulación de políticas de los últimos 15 años, asegurando que la administración actual trabaja para corregirlo, la meta oficial es reducir el déficit fiscal de 7,4% del PIB en el 2024 al 4% en el 2025, con una priorización del gasto en inversión productiva.
No obstante, el expresidente del Colegio Nacional de Economistas, Raúl Moreira, cuestiona esta narrativa, y explicó que los datos a marzo del 2025 muestran un deterioro, no una mejora, se habla de reducir el gasto, pero eso no ocurre en la práctica.
El MEF ha anunciado medidas como la revisión de subsidios, fortalecimiento de la fiscalización tributaria con apoyo del Fondo Monetario Internacional y mejora de procesos para combatir la evasión del ITBMS.
Sin embargo, no ha respondido a cuestionamientos sobre partidas millonarias para consultorías y donaciones en el presupuesto 2025, que han estado envueltas en escándalos de corrupción.
