Putin ha lanzado más de 900 drones de largo alcance y más de 90 misiles atacaran Ucrania solo en las últimas tres noches
La intensificación de los ataques rusos contra ciudades ucranianas y el aumento de la presión en el frente profundizan la frustración de los ucranianos con la inacción y lentitud con que a su juicio Estados Unidos y Europa responden respectivamente a sus llamamientos a endurecer las sanciones a Rusia y aumentar la ayuda militar, informó la agencia EFE.
La afirmación del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de que los ataques rusos se ven facilitados por “el silencio de Estados Unidos y otros” refleja un sentimiento generalizado en Ucrania de que Rusia se aprovecha de la impunidad creada por la indecisión de los socios de Ucrania.
“Hasta ahora, Estados Unidos sólo ha presionado a Ucrania, no a Rusia”, lamentó el lunes el analista político Vitali Portnikov en su canal de YouTube, que cuenta con casi un millón de suscriptores.

Según Portnikov, sólo las críticas de Zelenski han hecho que el presidente estadunidense, Donald Trump, reaccione por fin a la matanza de civiles y llame “loco” al dictador ruso, Vladímir Putin, después de que más de 900 drones de largo alcance y más de 90 misiles atacaran Ucrania sólo en las últimas tres noches.
Algunos analistas aún esperan que la insistencia de Putin en continuar los ataques contra civiles pueda hacer “enfadar” a Trump e incitarle a comprometerse a apoyar militarmente a Ucrania y a imponer sanciones a Rusia.
Sin embargo, a tenor de la política de Trump desde su vuelta a la Casa Blanca, la mayoría de los ucranianos ya no ven a Estados Unidos como su aliado y, en su lugar, ponen sus esperanzas en un mayor apoyo europeo.
Ucrania lleva mucho tiempo buscando un mayor apoyo militar europeo, que incluya más inversiones en su propia producción de defensa y en la de Ucrania, así como sanciones más fuertes contra la economía rusa, pero los progresos se han considerado en general inconsistentes y lentos.
“Europa está despertando, pero sigue en pijama, tomando café, haciendo demasiado poco y demasiado tarde. Avanza en la dirección correcta, pero demasiado despacio”, afirma Oleksi Melnik, analista de seguridad del Centro Razumkov de Kiev y antiguo ayudante del Ministro de Defensa.

El anuncio hecho el lunes por el canciller alemán, Friedrich Merz, de que Ucrania no tiene restricciones para utilizar armas occidentales de largo alcance contra objetivos militares en Rusia es bien recibido, pero se considera que llega con retraso.
El permiso germano llega más de dos años después de que Ucrania lo solicitara por primera vez y los analistas afirman que su impacto dependerá de cuántos misiles, cuya producción sigue siendo bastante limitada, y con qué rapidez reciba finalmente Ucrania.
“Por desgracia, a menos que Europa sienta directamente la amenaza rusa, es probable que esta inercia persista”, advirtió Melnik.
Este experto subrayó que si Rusia se impone en Ucrania, no se detendrá ahí, suponiendo una amenaza directa para Europa.
Aunque el ejército ruso sólo consiga avances graduales en Ucrania, ya está llevando a cabo una campaña en múltiples frentes en toda Europa y fuera de ella que incluye ciberataques, sabotajes y asesinatos de opositores políticos.
