Busca potenciar las habilidades de los menores desde su nacimiento hasta los cinco años
En Panamá, la estimulación temprana se ha consolidado como un pilar fundamental para el desarrollo integral de niños con riesgo y discapacidad, gracias al trabajo conjunto del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), el Ministerio de Salud (MINSA) y la Caja de Seguro Social (CSS).
Este esfuerzo, amparado en la Ley N.° 28 del 22 de mayo de 2008, busca potenciar las habilidades de los menores desde su nacimiento hasta los cinco años, con un enfoque preventivo, inclusivo y personalizado.
La estimulación temprana comprende un conjunto de técnicas, medios y actividades aplicadas de forma sistemática a niños desde el nacimiento hasta los cinco años, con el objetivo de maximizar su desarrollo físico, emocional, cognitivo y social.
Su importancia radica en que los primeros años de vida son decisivos para el futuro desempeño e independencia del niño.
Actualmente, el programa está conformado por 112 profesionales distribuidos en 138 centros a nivel nacional, que brindan atención en hospitales, centros de salud y Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI).
Los servicios abarcan desde la evaluación neurosensorial y el diseño de programas individualizados de intervención, hasta la orientación familiar y la capacitación continua de cuidadores.
Uno de los pilares del programa es la participación activa de las familias, quienes no solo reciben orientación y apoyo emocional, sino que son parte activa del proceso de intervención.
Este enfoque colaborativo garantiza un entorno más propicio para el desarrollo del niño, y crea conciencia sobre la importancia de una atención continua desde los primeros meses de vida.
La Ley N.° 28 de 2008 proporciona el marco legal que respalda este esfuerzo interinstitucional, garantizando que los niños en situación de vulnerabilidad tengan acceso a servicios adecuados durante su primera infancia.
La norma reconoce la estimulación temprana como un derecho fundamental, crucial para prevenir discapacidades, potenciar habilidades y fomentar una inclusión social real y efectiva.
Con la mirada puesta en el bienestar y la inclusión, el programa de estimulación temprana continúa expandiéndose, promoviendo un cambio estructural en la atención infantil y reafirmando el compromiso del Estado panameño con el desarrollo de su niñez.
A través de esta iniciativa, Panamá apuesta por un futuro donde todos los niños, sin importar su condición, tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.