La Central defiende derecho a huelga y a la protesta pero sin afectar a la población necesitada
La secretaria general de la Central Obrera Casa Sindical, Julia Suira, hizo un llamado urgente a las organizaciones que mantienen cierres de vías en diferentes puntos del país, solicitando que se permita el libre tránsito de personas y mercancías ante el agravamiento de la crisis social y económica que enfrenta Panamá.
En entrevista con Nex Noticias, Suira dijo que la Central no está en contra del derecho a huelga ni a la protesta, derechos que asegura seguirán defendiendo. Sin embargo, alertó que las condiciones actuales de los bloqueos están perjudicando a la misma clase trabajadora a la que dicen representar.
“Muchos compañeros están atrapados en los tranques sin comida, sin poder bañarse, sin acceso a servicios básicos, y lo más grave, sin poder llevar sus productos. Eso pone en riesgo su empleo y su sustento,” manifestó Suira.
La dirigente denunció que ya hay más de 5,000 trabajadores que han perdido sus empleos, y alertó que los micro y pequeños empresarios están comenzando a despedir personal ante la imposibilidad de operar, en este contexto, cuestionó: “¿Quién le va a dar trabajo a toda esa gente que está quedando desempleada?”
Suira también rechazó las acusaciones de algunos grupos que señalan a su organización de estar “vendida al gobierno” por no apoyar los cierres totales.
“Yo no tengo ni bicicleta, vivo en el mismo lugar de siempre, trabajé en una fábrica de ropa. Llevo 53 años luchando por los derechos laborales y nadie me puede venir a señalar,” respondió Suira.
Además, hizo un llamado a la reflexión y a la responsabilidad colectiva, al indicar que los sindicatos deben actuar como un “buen padre de familia”, buscando el bienestar de la mayoría de la población.
“La mayoría no está cerrando calles, sino sufriendo las consecuencias de lo que otros están haciendo,” puntualizó.
Suira advirtió que detrás de la crisis actual también hay una jugarreta, debido a que se acerca la negociación del salario mínimo, y muchas empresas ya están usando el caos como excusa para despedir y reducir jornadas.
Finalmente, pidió a quienes se mantienen en las calles que reconsideren su postura. “Esta lucha se ha distorsionado. Defender derechos no puede significar afectar los de otros. Si seguimos así, no quedará país que defender”, concluyó.