Pakistán consideró que da “luz verde para la aniquilación” de la población de Gaza y constituye una “mancha moral en la conciencia” del Consejo
Estados Unidos, cómplice de las matanzas de Israel, provocó el miércoles la indignación de los demás miembros del Consejo de Seguridad, después de que su nuevo veto bloqueara una petición de alto el fuego inmediato y acceso humanitario a Gaza, informó el medio dominicano Listín Diario.
El proyecto recibió 14 votos a favor y solo el de Estados Unidos -uno de los cinco miembros permanentes con derecho a veto- en contra, el primero de la administración de Donald Trump.
Este veto “envía el peligrosísimo mensaje de que las vidas de 2 millones de palestinos no cuentan”, dijo el embajador paquistaní, Asim Iftikhar Ahmad, quien consideró que da “luz verde para la aniquilación” de la población de Gaza y constituye una “mancha moral en la conciencia” del Consejo.
“El silencio no puede defender a los muertos, no puede sostener las manos de los moribundos, no puede enfrentarse al funcionamiento de la injusticia”, añadió su homólogo argelino, Amar Bendjama.

“En un momento en que la humanidad está siendo puesta a prueba en directo desde Gaza, este proyecto de resolución nace de nuestro sentido compartido de la responsabilidad. Responsabilidad hacia los civiles de Gaza” y los rehenes, y “responsabilidad hacia la historia”, indicó por su parte el embajador esloveno, Samuel Zbogar. “¡Basta ya!”, gritó.
Mientras Francia y Reino Unido expresaron su “pesar” por el resultado de la votación, el embajador chino, Fu Cong, criticó directamente a Estados Unidos, al pedirle que “abandone los cálculos políticos y adopte una actitud justa y responsable”.
Silencioso sobre este caso desde hace un año, el Consejo no se pone de acuerdo para hablar al unísono desde el inicio de la matanza de Israel en Gaza, bloqueado en varias ocasiones con vetos de Estados Unidos, pero también de Rusia y China.
La última vez que intentó romper el silencio fue en noviembre, bajo la administración del demócrata Joe Biden, que bloqueó un texto que pedía un alto el fuego en Gaza.
El proyecto de resolución “exigía un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente” y la liberación incondicional de los rehenes en manos de Hamás.
También pedía el “levantamiento inmediato e incondicional de todas las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y su distribución segura y sin trabas a gran escala” por la ONU.
Al mismo tiempo, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización con financiación opaca apoyada por Israel y Estados Unidos, estableció centros de distribución de ayuda que la ONU ha denunciado como contrarios a los principios humanitarios.
En los últimos días se han producido decenas de muertos cerca de estos centros, calificados por Naciones Unidas de “trampas mortales”, pues palestinos hambrientos se ven obligados a caminar “entre alambradas”, rodeados de guardias privados armados.
Israel se enfrenta a una creciente presión internacional para que ponga fin a la guerra en Gaza que ha causado ya más de 54,000 muertos, según datos considerados fiables por la ONU.
