Al menos 570 palestinos han sido asesinados el último mes por soldados que recibieron órdenes de disparar sobre civiles desarmados
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha solicitado a las Naciones Unidas la creación de una comisión internacional independiente para investigar la muerte de civiles palestinos por disparos indiscriminados del ejército israelí durante operaciones de distribución de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, informó la agencia EFE.
Según cifras divulgadas por el grupo, al menos 570 personas han muerto en el último mes en este tipo de incidentes, mientras que cerca de 4,000 han resultado heridas en el contexto de las operaciones coordinadas por la falsa Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), apoyada por Israel y Estados Unidos.
Hamás sostiene que esos asesinatos representan un patrón sistemático de violencia y acusa a las fuerzas israelíes de utilizar la entrega de ayuda como pretexto para un genocidio, porque disparan en forma indiscriminada sobre población indefensa que no representa amenaza.
En su comunicado, el grupo hace referencia a un reportaje publicado por el diario israelí Haaretz, en el que soldados israelíes habrían admitido haber recibido órdenes de abrir fuego contra civiles desarmados que aguardaban por comida.

“Esas confesiones son una admisión directa de crímenes de guerra y confirman que los centros de distribución israelí-estadounidenses son trampas de muerte”, afirmó la oficina de prensa de las autoridades de Gaza.
El movimiento islamista también exige restablecer la entrega de ayuda humanitaria a través de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y otras organizaciones internacionales, denunciando que la actual modalidad de reparto ha agravado la crisis humanitaria en Gaza.
En el mismo tono, las autoridades gazatíes insistieron en la apertura inmediata de los pasos fronterizos y en llevar a los responsables de estos hechos ante tribunales internacionales, advirtiendo que el silencio mundial equivale a una complicidad efectiva.
La situación ha despertado también críticas por parte de organizaciones humanitarias. Médicos Sin Fronteras denunció que el actual plan de entrega de ayuda es una masacre disfrazada de ayuda humanitaria, mientras que Save the Children reveló en un informe que más de la mitad de los afectados por los incidentes violentos son niños, lo que convierte en criminal al sistema actual, según la ONG.
En línea con estas denuncias, Naciones Unidas reiteró la semana pasada la necesidad urgente de investigaciones independientes sobre la muerte de palestinos durante las entregas de ayuda.
Hamás concluyó su comunicado responsabilizando a Israel, Estados Unidos y a aliados como Reino Unido, Francia y Alemania de los que calificó como crímenes sistemáticos contra la población palestina, e instó a la comunidad internacional a actuar con urgencia para detener la tragedia humanitaria en la Franja de Gaza.
