Pone en alerta a las autoridades financieras del país ya que los ingresos presupuestados son los que sostienen el gasto público
La Dirección General de Ingresos (DGI) volvió a quedar en rojo durante el mes de mayo, al no cumplir con la meta de recaudación presupuestaria establecida para financiar el funcionamiento del Estado, según información del diario La Prensa.
De acuerdo con datos oficiales, entre enero y mayo de este año, la DGI tenía programado recaudar $3,511.6 millones, pero solo ingresó $3,065.8 millones, lo que representa un déficit de $445.8 millones, equivalente a un incumplimiento del 12,7%.
Este resultado pone en alerta a las autoridades financieras del país, ya que los ingresos presupuestados son los que sostienen el gasto público, incluyendo planilla estatal, subsidios sociales e inversiones de infraestructura.
La situación fiscal se vuelve aún más compleja al sumar los $966 millones que el Tesoro Nacional debe transferir a la Caja de Seguro Social (CSS) para el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), lo que eleva el hueco fiscal a $1,411 millones.
De los ingresos recaudados hasta mayo, $2,423 millones provienen de ingresos tributarios, $623.7 millones de ingresos no tributarios y $18 millones de otros ingresos corrientes.
El mayor incumplimiento se registró precisamente en los ingresos no tributarios, donde se dejó de recaudar $424 millones, lo que equivale a un alarmante 51% por debajo de lo presupuestado.
Esta categoría incluye conceptos como tasas, derechos, cobros a sociedades anónimas y concesiones. La mayor brecha se dio en el subgrupo otros, dentro del cual figura el Fondo Especial de Compensación de Intereses (FECI), financiado por una sobretasa del 1% sobre préstamos personales y comerciales mayores de $5,000, que subsidia el crédito al sector agropecuario.
Consultado sobre este panorama, el viceministro de Finanzas, Fausto Fernández, atribuyó el déficit a un desfase en procesos administrativos, aunque no detalló qué medidas concretas se tomarán para corregirlo en el corto plazo.
Ante esta situación, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) reconoció que el gobierno se enfrenta a una decisión difícil, seguir aumentando la deuda pública o recortar el gasto aprobado.
Entre las áreas en revisión se encuentran la planilla estatal, los subsidios y los proyectos de inversión pública.
La caída en los ingresos y el aumento de las obligaciones fiscales llegan en un momento en que el país enfrenta presiones sociales, demandas por más inversión en salud, educación y seguridad, y una economía que aún muestra señales de desaceleración.
Expertos en finanzas públicas advierten que, de mantenerse esta tendencia, el gobierno podría verse forzado a replantear su política fiscal y revisar el presupuesto aprobado para el 2025, en un entorno de creciente escrutinio ciudadano sobre el uso de los recursos públicos.