La escena de Brigitte Macron ignorando la mano de su esposo se vuelve viral
El presidente francés Emmanuel Macron fue protagonista este martes de una incómoda escena que ha dado la vuelta al mundo, al llegar al Reino Unido para una visita de Estado de tres días, el mandatario extendió la mano a su esposa Brigitte para ayudarla a bajar del avión, pero ella la rechazó visiblemente, optando por sujetarse de la barandilla, informó la revista colombiana Semana.
El momento fue captado por las cámaras y explotado por la prensa británica, especialmente por el tabloide Daily Mail, que tituló: “Este es el humillante momento en que Macron es ignorado por su esposa”.
Los medios británicos, expertos en los dramas de las élites, no tardaron en calificar el gesto como “humillación” y “rechazo”, a esto se sumó una imagen posterior de la pareja ya dentro del vehículo oficial, donde Brigitte Macron aparece revisando su teléfono en silencio, lo que algunos interpretaron como un reflejo de tensión marital.
El episodio recordó a muchos otro incidente viral que ocurrió meses atrás, cuando durante una visita a Vietnam las cámaras captaron a Brigitte abofeteando al mandatario.
En esa ocasión, Macron aclaró que se trató de una broma de pareja y pidió no exagerar la situación, aunque la explicación no convenció del todo a la opinión pública.
Pese al revuelo mediático, el motivo de la visita del presidente francés es de gran importancia política, Macron fue recibido por el príncipe William y la princesa Kate en la base militar de Northolt, y posteriormente se dirigió al castillo de Windsor para ser recibido oficialmente por el rey Carlos III y la reina Camila.
En un mensaje publicado en la red social X, Macron calificó la visita como un momento importante para nuestras naciones y también para nuestra Europa, en un contexto de acercamiento diplomático tras el enfriamiento de relaciones producto del Brexit.
Este encuentro con la realeza británica marca la primera visita de Estado de un presidente francés al Reino Unido desde el 2008, y se considera un hito diplomático. También es la primera visita oficial de un líder europeo desde la coronación de Carlos III.
La agenda de la visita incluye una cumbre bilateral el jueves, donde se prevé reforzar los acuerdos de cooperación en defensa, seguridad y control migratorio.
La guerra en Ucrania ha unido aún más a Londres y París como principales potencias militares europeas, y ambos gobiernos buscan proyectar una imagen de alianza firme frente a amenazas globales.
En su discurso previo a la cena de Estado, el rey Carlos III afirmará que “nuestros dos países enfrentan una multitud de amenazas complejas, provenientes de múltiples direcciones. Como amigos y aliados, las enfrentamos juntos”.
La llegada del laborista Keir Starmer al poder en el Reino Unido ha abierto nuevas puertas para la colaboración con Europa, y desde Francia se interpreta esta visita como una señal de reconvergencia estratégica.
Sin embargo, y pese a la trascendencia política de la visita, el episodio con Brigitte Macron ha capturado la atención pública y mediática, opacando momentáneamente los objetivos diplomáticos del viaje.
Aunque se desconoce si el gesto fue un descuido o una señal de malestar, lo cierto es que, una vez más, el protocolo oficial fue desplazado por un gesto personal cargado de simbolismo y viralidad.