Hay 12 españoles, ocho italianos, tres portugueses, dos mexicanos, un alemán, un ucraniano, un checo, un neerlandés, un francés y un húngaro entre los detenidos
La dictadura de Nicolás Maduro está utilizando la detención de extranjeros en Venezuela para reforzar su narrativa de conspiraciones internacionales y, además, emplearlos como moneda de cambio en negociaciones políticas con otros países. Así lo afirmó la organización Amnistía Internacional, que publicó un informe reciente en el que denuncia las desapariciones forzadas en el país, informó el diario El Nacional.
Esa práctica, calificada como una forma de “diplomacia de rehenes”, la han denunciado organismos de derechos humanos como una grave violación del derecho internacional.
Tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que Maduro se proclamó vencedor sin presentar pruebas, se anunció la captura de más de 150 supuestos mercenarios extranjeros.

El informe Detenciones sin rastro: el crimen de desaparición forzada en Venezuela documenta cómo las autoridades maduristas habrían recurrido a detenciones arbitrarias -muchas de ellas calificadas como desapariciones forzadas- con el objetivo de alimentar discursos de conspiración extranjera y utilizar a los detenidos como fichas de canje con otros gobiernos.
“El régimen de Maduro ha usado esta práctica para justificar su narrativa de conspiraciones y los utiliza para negociar”, dijo Agnès Callamard, secretaria general de la organización, en declaraciones citadas por el diario colombiano El Tiempo.
Un caso emblemático fue la liberación de seis ciudadanos estadounidenses, luego de conversaciones lideradas por Richard Grenell, enviado especial del presidente Donald Trump. Aunque en mayo pasado se había considerado un nuevo intercambio, el diario The New York Times reveló que las negociaciones se frustraron por supuestos desacuerdos con el secretario de Estado, Marco Rubio.

Amnistía Internacional indicó que al menos 28 colombianos están desaparecidos forzadamente en Venezuela, junto a decenas de ciudadanos de otras nacionalidades. En total, el Comité por la Libertad de los Presos Políticos contabilizó hasta mayo 12 españoles, ocho italianos, tres portugueses, dos mexicanos, un alemán, un ucraniano, un checo, un neerlandés, un francés y un húngaro entre los detenidos.
La ONG Foro Penal calcula que son al menos 88 los presos extranjeros detenidos por razones políticas. A esto se suman los 46 casos de personas -tanto venezolanas como extranjeras- que permanecen desaparecidas, presuntamente de manera forzada, según esta organización.
La mayoría de estos detenidos estarían en la cárcel El Rodeo I, conocida por sus precarias condiciones y denunciada como un centro de tortura. En algunos de los casos documentados por la organización figuran ciudadanos de Colombia, España, Francia, Ucrania y Uruguay.
“Las autoridades venezolanas demuestran que su crueldad no tiene límite. La desaparición forzada supone no saber dónde está tu familiar, en qué condiciones se encuentra. Ni siquiera si está vivo o muerto. Es un crimen que pone en grave riesgo la vida e integridad de la persona desaparecida forzadamente. También somete a su familia a un sufrimiento constante, marcado por la incertidumbre, la angustia y el tormento diario”, afirmó Callamard.
