El fundador de Blackwater, involucrado en graves denuncias por abusos en Irak y Libia, promueve sus servicios de seguridad en países como Ecuador, El Salvador, Haití y Perú
Erik Prince, el empresario estadounidense y fundador de la polémica compañía militar Blackwater, ha ganado notoriedad en América Latina por sus servicios de seguridad privada para gobiernos que enfrentan crisis de violencia e inseguridad, informó el diario El Nacional.
En la región, Prince promueve sus empresas como solución rápida ante el crimen organizado, el narcotráfico y el colapso institucional, mientras sus críticos advierten sobre los riesgos que implica recurrir a mercenarios para funciones que deberían ejercer los Estados, de acuerdo con InSight Crime.
El caso más visible de la expansión de Erik Prince en América Latina se ha dado en Ecuador, país que sufre una ola de violencia sin precedentes. Desde marzo, el presidente Daniel Noboa ha oficializado una alianza estratégica con Prince. Su empresa asesora y entrena a fuerzas de seguridad, en medio de un estado de excepción por el control de bandas criminales.
El crimen organizado ha sembrado miedo y ha creído que puede operar con impunidad. Se les acaba su hora. Empieza la ayuda internacional en el Ecuador.
En reunión con @realErikDPrince, fundador de Blackwater, hemos establecido una alianza estratégica para fortalecer nuestras… pic.twitter.com/9IDnzADqvg
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) March 11, 2025
El Ministerio de Defensa confirmó que el empresario y su equipo operan en el terreno junto a la Policía y las Fuerzas Armadas, aunque se desconoce el alcance real de sus funciones.
En Haití, donde bandas criminales dominan la mayor parte de la capital, empresas vinculadas a Prince han sido contratadas para realizar operaciones letales.
Según The New York Times, estas acciones incluyen el uso de drones y mercenarios, con reportes de cientos de muertes, aunque no hay confirmación directa sobre la participación de sus empresas en los ataques.
Prince ha negado operar al margen de la ley y asegura que actúa bajo la autoridad del gobierno haitiano.
Prince también ha promovido sus servicios en Perú, reuniéndose con fuerzas de seguridad y empresarios mineros para ofrecer soluciones frente a la minería ilegal.

El jefe mercenario está operando en El Salvador, asesorando la megacárcel del autócrata Nayib Bukele y propuso a Estados Unidos coordinar deportaciones masivas de migrantes con antecedentes criminales.
Expertos advierten que el uso de contratistas privados no resuelve las raíces del problema y puede generar dependencia y desinstitucionalización. Además, estas empresas no están sujetas a los mismos estándares legales ni de derechos humanos que las fuerzas estatales, lo que plantea serias preocupaciones.
“Son útiles para operaciones tácticas, pero no fortalecen las capacidades estratégicas de los Estados”, advirtió James Bosworth, analista de riesgo político.
“Estos actores no le deben lealtad al Estado, sino al dinero”, recordó Sean McFate, experto en seguridad internacional.
La falta de confianza en empresas locales, muchas veces infiltradas por el crimen organizado, ha llevado a varios países a preferir contratistas extranjeros.
Prince se posiciona como una opción rápida, técnica y “confiable”, aunque su historial internacional siembra dudas.
👀 @realErikDPrince pic.twitter.com/1CXhrAVqsv
— Nayib Bukele (@nayibbukele) August 18, 2024
