Contraloría registra caída drástica en contratos eventuales mientras persisten interrogantes sobre planillas y transparencia
A pesar de recientes denuncias sobre presuntos despidos en la Asamblea Nacional tras la llegada de la nueva directiva presidida por el panameñista Jorge Herrera, datos oficiales de la Contraloría General de la República (CGR) revelan una disminución significativa en la planilla legislativa de 1,430 funcionarios menos entre junio y agosto de este año, informó el diario La Estrella.
Según cifras publicadas por la CGR, el órgano legislativo contaba con 4,586 servidores públicos, de los cuales 1,650 eran eventuales y 2,936 permanentes, sin embargo, para el 1 de agosto, la cifra total cayó a 3,156 funcionarios, 233 eventuales y 2,923 permanentes.
Aunque la reducción de apenas 13 servidores permanentes es marginal, la disminución de los contratos eventuales es notoria, y ocurre sin que se haya reportado afectación al funcionamiento del Palacio Justo Arosemena, lo que ha generado interrogantes sobre la verdadera necesidad de estos contratos anteriores.
Una posible explicación es que, mientras se conformaban las nuevas comisiones legislativas y se definía el rumbo administrativo del Legislativo, muchos contratos temporales no fueron renovados.
Sin embargo, varios diputados denunciaron públicamente semanas atrás supuestos despidos para abrir espacio a nuevos funcionarios, como parte de posibles pactos políticos tras la conformación de la nueva directiva.
Durante ese proceso, Herrera afirmó que su gestión estaría marcada por la transparencia en el uso de las planillas legislativas, una de las áreas más cuestionadas históricamente por la opinión pública y los órganos fiscalizadores.
La Estrella intentó contactar al presidente de la Asamblea en seis ocasiones, por llamadas y mensajes de texto, sin obtener respuesta. Entre los temas planteados, se le consultó si esta reducción responde a un plan de austeridad, si estos funcionarios serán reemplazados, y si contempla eliminar o modificar la polémica planilla 150, utilizada para pagos de transporte y movilización, cuya falta de sustento ha sido ampliamente cuestionada.
La planilla de la Asamblea ha estado bajo la lupa por años debido al presunto uso de “botellas”, es decir, personal que cobra sin trabajar y, en ocasiones, comparte su salario con los diputados que gestionaron su nombramiento. Esta práctica está siendo investigada actualmente por la Contraloría, sin que hasta ahora se hayan hecho públicos los resultados de dicha auditoría.