La Conferencia Mundial de Robótica 2025 desborda innovación con humanoides realistas, manos quirúrgicas y una visión estratégica para el futuro
Este viernes en Pekín, Confucio volvió a caminar. No como sabio, sino como robot. En pleno distrito de Daxing, la silueta del legendario filósofo chino emergió entre flashes y murmullos, con piel de silicona, trajes tradicionales y servomotores bajo el pecho, informó la agencia EFE.
Así arrancó una nueva edición de la Conferencia Mundial de Robótica 2025, un evento que más que feria, parece una ventana al mañana.
Organizado en la capital china, el encuentro reúne a más de 200 empresas, presenta más de 100 productos nuevos y recibe a visitantes de casi 20 países, aunque con claro predominio local.

Desde rostros que parpadean con inquietante naturalidad hasta manos que podrían asistir en cirugía, la robótica se exhibe aquí como herramienta, estrategia y espectáculo.
El robot Confucio, creado por Yunmu Intelligent Manufacturing, interactúa con los asistentes con sorprendente naturalismo. Sus gestos generan asombro y algo de incomodidad.
“Es el efecto valle inquietante. Algunos niños se asustan, pero es cuestión de acostumbrarse”, explicó Jane Zhuang, portavoz de la empresa.
Pero no es el único rostro humanoide. Entre los pasillos, cabezas inspiradas en personajes de la cultura china o diseñadas para generar empatía compiten por emocionar a humanos reales. Todas buscan el mismo objetivo: hacer que las máquinas se sientan cercanas, incluso entrañables.

A la par de los rostros, las manos robóticas se presentan como el gran salto funcional.
Algunas pueden ejecutar tareas con precisión quirúrgica; otras son robustas, sensibles y multifuncionales. Son, según los ingenieros, lo que separa una estatua animada de un verdadero agente del mundo real.
Prototipos exhibidos en Pekín ya exploran usos en medicina, prótesis inteligentes, asistencia doméstica e incluso tareas agrícolas. El mercado de robots médicos en China superó los $2,400 millones en el 2024 y se proyecta a más de $10,000 millones hacia el 2035.
Zhang Jianwei, académico de la Universidad de Hamburgo, recordó que “aún estamos lejos de replicar la creatividad y percepción humanas”, pero propone un enfoque evolutivo: criar a los robots como si fueran niños.
Y no se trata solo de visión académica. La robótica es un eje estratégico para China: en el 2024 el país produjo más de 556,000 robots industriales y concentra igual proporción de patentes del sector.
Detrás del espectáculo, se perfila una prioridad política: usar la automatización para responder al envejecimiento poblacional y sostener el crecimiento económico.
