La fiscal general Pam Bondi será la encargada de supervisar la toma de control federal de la policía de la capital
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que toma el control federal de la Policía de Washington D.C. y desplegará al menos 800 efectivos de la Guardia Nacional bajo la justificación de que la “inseguridad está fuera de control” y responsabilizando a “turbas errantes de jóvenes desenfrenados”, informó la agencia EFE.
Desde la sala de prensa de la Casa Blanca, Trump dibujó una imagen de una capital estadunidense fuera de control por el crimen, diciendo que los homicidios son mucho más altos que lugares que son considerados “los peores del mundo”, como Bogotá y la Ciudad de México.
El presidente invocó la sección 740 de la ley de Autonomía Distrito de Columbia para, tras dictar una emergencia de seguridad pública, poner al departamento de policía de la capital bajo orden federal y colocó a la Guardia Nacional a cargo de “restablecer el orden público y la seguridad” de la capital con, al menos, 800 agentes que serán desplazados en las calles.

“Nuestra ciudad capital está bajo ataque de pandillas violentas, criminales, maníacos y vagabundos y esto no puede pasar más” dijo el mandatario y aseguró que la capital “será limpiada rápidamente”.
No obstante, la ley está pensada para dar control federal de a Policía local del Distrito de Columbia durante 48 horas en el evento de una emergencia y permite extender hasta un máximo de 30 días ese control, previa notificación al Congreso. Tras un mes, Trump necesitaría que se codifique en ley ese control federal.
La fiscal general Pam Bondi será la encargada de supervisar la toma de control federal de la policía de la capital y el presidente añadió que está dispuesto a enviar militares a Washington si esto fuera necesario. El comisario de policía interino será el director de la agencia antidrogas DEA, Terry Cole.
Trump dijo que espera que otras ciudades se “limpien por si solas” y que vean lo que está haciendo en la capital. Posteriormente hizo una alusión directa a las ciudades grandes del país que son gobernadas por el partido demócrata.
“Estoy viendo hacia Nueva York” dijo el presidente y añadió que podría hacer lo mismo en Chicago que a su criterio “es un desastre”.
